Las tecnologías más profundas desaparecen

Publicado el 11 mayo 2015 por Fabianscabuzzo @fabianscabuzzo

(Por Ricardo Marconi) La justicia de Nueva York acaba de asestar un durísimo golpe a la Agencia Nacional de Seguridad de los Estados Unidos (NSA).

Una Corte de Apelaciones de la ciudad norteamericana dejó claro que "es ilegal la recolección de datos telefónicos que fijara el Congreso".

Los magistrados que intervinieron en la apelación no dejaron nada en un cono de sombras. Por el contrario, dieron a conocer un fallo de casi 100 páginas en el que señalaron que las leyes de las cuáles se sirvió la agencia de espionaje para efectuar la operación de inteligencia masiva "nunca han sido interpretadas para nada que se aproxime a la amplitud de la vigilancia que se puso en cuestión".

Hasta el momento de conocerse el veredicto, el programa espía de la NSA sólo había sido monitoreado por una Corte de Seguridad que actuaba de forma secreta y debido a ello tribunales de inferior nivel de decisión había expresado sus reservas.

El dictamen judicial fue la resultante de una demanda presentada por la Unión Americana de Libertades civiles contra la agencia citada y el FBI, a raíz de las revelaciones del ex espía Edward Snowden, las que derivaron en un escándalo internacional, ya que tenían que ver con el espionaje que Estados Unidos hacía sobre otros países, no autorizado por la Patriot Act, una ley que se promulgó el 26 de octubre de 2001 tras el ataque terrorista del 11 de setiembre de ese año.

La justicia norteamericana entiende a través de su fallo que los datos obtenidos por la NSA podrán revelar una alarmante cantidad de información innecesaria sobre personas espiadas.

El programa de espionaje no ha sido detenido legalmente ya que expira legalmente el 1º de junio próximo y el Congreso del país del Norte lo tiene en estudio.

En esta columna nos estamos refiriendo al mismo programa que utilizaron los yanquis para espiar a nuestro país para conocer los planes argentinos sobre las islas Malvinas y que fueran difundidos por un canal de noticias argentino.

En los últimos años hubo "operaciones encubiertas, de intercepción, intervención y otras maniobras de los grupos de tarea (británicos) en el país", señaló el sitio TN.com.ar en asociación con The Intercept, página que revisa archivos filtrados por Snowden bajo el nombre de "Operación Quito", que incluyen intercepciones en las redes sociales para moldear a la opinión pública. El objetivo, según el canal de noticias era el de "prevenir entre 2008 y 2011, la recuperación de las islas por parte de Argentina".

El documento dado a conocer -NSA Extended Enterprise Report" (julio 2008), surgido de encuentros entre espías norteamericanos y enviados de la GCHQ, Argentina "era el principal objetivo de la inteligencia inglesa en nuestra región".

Recientemente el Reino Unido anunció un incremento del presupuesto militar en las Islas Malvinas, a lo que debe sumarse el masivo alcance del controvertido programa de espionaje global denominado "Transparencia" y que permitió a la NSA espiar 89.138 "objetivos"[1] extranjeros sólo en 2014.

Vale recordar que Obama, en junio de 2013, ordenó a la NSA desclasificar la mayor cantidad de información posible, al tiempo que decidió proteger datos sensibles de la seguridad nacional.

El nuevo proyecto de ley -no vigente al momento de elaborarse esta columna- prohíbe a la NSA almacenar por su cuenta miles de millones de metadatos telefónicos de la población estadounidense. La información deberá ser "recogida" por las compañías telefónicas estadounidenses y deberá la misma ser mantenida en archivo 18 meses, limitándose a números telefónicos, localización y duración de la llamada.

La NSA tendrá acceso a esos datos solo mediante una autorización judicial en la que provea detalles de la razón específica por la que se desean rastrear comunicaciones y para investigar planes terroristas orquestados desde el extranjero. La medida todavía no entró en vigencia porque aún está pendiente de aprobación en el Senado.

Snowden señaló en su momento que la NSA interceptaba comunicaciones a través de internet mediante el Sistema Prisma, con la colaboración de empresas de la WEB, Google, Yahoo, Apple, Skyp y AT&T.[2]

Aunque al lector le parezca difícil de creer muchos estadounidenses no saben que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) existe. Es mayor que la CIA y el FBI juntos -en realidad estos últimos organismos son insignificantes en comparación-.

La NSA contaría con sesenta mil empleados y su presupuesto se maneja en función de varios miles de millones de dólares anuales. La agencia que nos ocupa tiene una fluida relación con su par inglesa, esto es el Centro de Comunicaciones del Gobierno (GCHO). Las informaciones extraoficiales aseguran que el Centro "lo escucha absolutamente todo", aunque su operatividad es desconocida hasta por algunos legisladores ingleses, de la que sólo saben decir que se denomina Red Echelon. Las primeras informaciones difusas sobre esa red se empezaron a conocer en la década del 90. En esos días no estaba claro si la palabra Echelon se refería a un programa determinado de interceptación por satélite o a todo el sistema de cooperación anglófona.

Para concluir con esta introducción a la temática de los datos de inteligencia logrados por la NSA utilizaremos una frase del informático Mark Weiser en un artículo clave en el que dio el primer paso hacia el interior de la idea de la computación ubicua: "Las tecnologías más profundas son las que desaparecen".

[1] No precisa si son personas, organizaciones, civiles o gobiernos extranjeros. [2] Diarios The Guardian y The Washington Post.