Dicen que para que el bebé aguante más horas sin la toma nocturna, se puede cambiar la última toma del día por un biberón en que haya cereales sin gluten, aunque esto no funciona en todos los bebés ni se aconseja en todos los casos. Es mejor consultar con un pediatra que ofrezca los consejos particulares para el bebé.
Si hay que darle las tomas por la noche, es un buen consejo organizarse para poder dormir lo mejor y máximo posible, por lo que se deben organizar las tomas con ese objetivo. Se recomienda dar la última toma antes de ir a dormir, así se pueden dormir más horas a la vez. Hay que ajustar las tomas y programarlas para que pueda tomar las máximas respetando el sueño de los padres lo máximo posible.
Si el bebé llora se recomienda que vaya el padre, a no ser que sea para tomar la leche, para que la madre también pueda descansar y porque el bebé suele asociar en ese momento las visitas de la madre con la toma.
Algunos bebés abandonan la toma nocturna a las seis semanas, otros a los tres meses, otros un tiempo más tarde, es algo que depende mucho de los bebés. Se recomienda que la toma nocturna se vaya reduciendo poco a poco hasta su eliminación definitiva, espaciando más las tomas hasta que el bebé ya no las necesite y duerma toda la noche sin tomar la leche.
Antes de eliminar las tomas nocturnas, hay que tener en cuenta si hace todas las tomas necesarias y gana el peso suficiente, si tiene un buen desarrollo y todo está correctamente.
Es muy importante alimentar correctamente al bebé, para ello hay que organizarse en las tomas nocturnas.