Matei, uno de los siete magos más poderosos del reino de Romander descubre que la magia incolora, uno de los mayores horrores a que puede enfrentarse un mago, empieza a hacerse poderosa. 8.000 años después de ser derrotada, el poder de la magia incolora comienza a resurgir a una velocidad alarmante que pone en peligro el futuro del mundo.Tras haberla estudiado pese a su prohibición, Matei comprende que deberá reunir a un grupo selecto de personajes para hacer frente a tan gran amenaza y, para ello, recurre a Lethe, el No-mago, el único habitante de la isla de Loh que no presenta talento alguno para la magia por primera vez en muchos siglos; a Gynwaene, reencarnación, sin saberlo, de La Da, y que hará renacer este poderoso culto; a Wedgebot, el mejor marino para cruzar el vasto y peligroso océano; a Llanfereit y Pit, un poderoso mago y su discípula; y a Gaithnard, el mejor guerrero de entre los belicosos habitantes de Quym.
La primera impresión es la de encontrarnos ante una fantasía en la que un peculiar persone legendario, pues hace siglos que no existe, será el protagonista indiscutible de la novela pero, despacito, nos vemos metidos en una novela clásica en la que un grupo de aventureros se complementan para conseguir acabar con el mal.En general la trama está bien planteada pero el autor la hace discurrir lentamente mediante la inserción de perlas que van conformando un todo más importante y que deberé esperar para ver.
La narración pretende traernos a un reino de fantasía en el que las aventuras para conseguir acabar con el mal nos presente diferentes e interesantes perspectivas. Así, el viaje en mar del grupo resulta aventurero; la magia hará su aparición; y no nos olvidemos de las conspiraciones políticas que crean nuevas líneas argumentales que se opongan al bien del grupo, algo también propio de las clásicas novelas de fantasía.Hay momentos verdaderamente bien trabajados y originales, como el Och-Pandaktera, el cual resulta bastante épico y emocionante.La inclusión del culto a La Dama y las menciones al Señor de las Profundidades dotan de un ápice de intriga al conjunto, pues aún no queda claro en que parte de la balanza se encuentran, ni cual puede ser su aportación final.
En general nos encontramos ante una buena novela de fantasía. A la antigua usanza, eso sí, y que requiere de una buena dosis de paciencia, pues se trata de una trilogía, y al contrario de lo que suele suceder en el género últimamente, no nos encontramos con momentos impactantes ni finales de gran epicidad que nos dejen babeando con ansias de leer más. Se trata de una novela que debería ir mejorando con cada entrega pero, para eso, hay que tener la paciencia para aguantar esta primera y no aburrirse en exceso.