La película nos cuenta de nuevo el origen de estos hermanos entrenados en las artes marciales y con nombres de artistas del renacimiento y cuyo padre, adoptivo claro, es una rata. Lo que en su día fue un accidente es a día de hoy un experimento y es que estas tortugas mutantes son fruto del trabajo de laboratorio de unos científicos que buscaban un gen mutante para curar enfermedades. El laboratorio se incendia una noche y las tortugas y el que se convertirá en su padre acaban en una alcantarilla donde poco a poco se irán convirtiendo en adolescentes bien entrenados y humanoides que estarán listos para salir a la ciudad que tienen encima, Nueva York, y librarla de los crímenes del Clan del Pie, liderado por Shreder el triturador.
Las Tortugas Ninja para mí supusieron un buen divertimento cuando era niño, recuerdo pasar las tardes después del colegio viendo los capítulos de la serie animada y en mis horas muertas entre juguetes siempre había un hueco para mi muñeco de Rafael, que siempre será mi tortuga favorita. Por
En cuanto al CGI no tengo ninguna queja como suele suceder en las películas de Michael Bay, salvo en lo que se refiere a Splinter, el padre de las tortugas, está muy mal hecho, tanto que hasta en la proyección de la película cantaba mucho y desentonaba con el resto de personajes, las tortugas están muy bien introducidas en la película y tienen un acabado realista, sin embargo Splinter no casa ni con la imagen real ni con el CGI.
En términos generales una muy buena película para pasar un buen rato, aunque tal y como os decía, hay que ir con la mentalidad de que vais a ver una película para un público adolescente/infantil.
Claro que esto es sólo mi opinión.