Mientras gran parte de los españoles desean y esperan que el PSOE de la talla y cierre filas con el otro gran partido español, el PP, para salvaguardar la unidad, los socialistas catalanes dudan, confunden y coquetean con la secesión, mientras que en el otro foco conflictivo, el País Vasco, los socialistas acosan al PP y votan junto con los proetarras de Bildu.
La líder de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), Rosa Díez, ha exigido al secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, que "desautorice" el pacto al que han llegado el PSE y Bildu para aprobar los Presupuestos de la Diputación Foral de Guipúzcoa para 2013. Díez ha tachado de "gravísimo" el citado acuerdo, que también contará con el apoyo de Aralar, porque con su firma, según ha apuntado, los socialistas vascos están "legitimando" la actuación de "los testaferros de ETA".
Si es cierto que es en los grandes momentos y en las dificultades extremas donde sale a flote la verdadera naturaleza de los partidos políticos, entonces el PSOE está mostrando, una vez más, su esencia depredadora y su escalofriante tendencia a anteponer sus propios intereses de partido a los de la nación.
Muchos historiadores y comentaristas citan la actitud y el comportamiento del PSOE durante la II República como otra de las grandes traiciones del socialismo a España, en un momento de especial dramatismo.