A esta autora, Mari Jungstedt la había leído antes en Mar de nubes, una novela ambientada en mi tierra, las Islas Canarias, que escribió junto a su pareja, Ruben Eliassen.
Las trampas del afecto se desarrolla en Gotland, una pequeña isla de Suecia Por lo que he visto al terminar la novela es la duodécima historia de la serie Gotland, aunque se puede leer de forma totalmente independiente.
Como digo la novela se sitúa en esta pequeña isla. Allí se encuentra una granja construida en el siglo XVII de gran valor y que forma parte del patrimonio histórico de Gotland. A la muerte del patriarca comienzan las desavenencias por la herencia por parte de los hijos. De los cuatro hermanos sólo quedan vivos tres: María y Daniel están deseando que se venda la granja para poder saldar deudas de juego en el caso de uno y huir de un matrimonio infeliz de parte de otro. Julia está al otro lado, no quiere vender la granja. Es ella quien se ha ocupado de mantenerla en pie y seguir con el trabajo en ella, cuidando de los animales y siguiendo con el negocio familiar mientras el resto se desentendía.
Un día aparece muerta Sanna Widding, agente inmobiliaria que estaba llevando el proceso de venta. Los inspectores de policia Anders Knutas y Karin Jacobsson comienzan a llevar a cabo la investigación policial. En un principio no saben a que se debe el asesinato pero todo se complicará aún más cuando aparezcan más personas brutalmente asesinadas.
¿El nexo común entre todas ellas? La granja.
Cuando terminé la novela me quedó una sensación extraña. Por un lado me gustó mucho la forma en la que la autora jugó conmigo como lectora. Estuve toda la novela creyendo tener muy claro quién era el culpable y ya hacia el final descubrí que estaba totalmente equivocada. En ese sentido creo que la autora hizo un trabajo estupendo.
Sin embargo el resto de la novela me resultó un poco sosa, por decirlo de alguna manera. Creo que para llevar la historia de una forma más clara la autora debería haber enunciado los cambios de capítulo con el nombre del personaje principal de cada uno de ellos, como he visto en otras novelas. Lo cierto es que los nombre eran tan parecidos que a veces me he sentido muy perdida. Pero como ya he dicho al principio me suele ocurrir con la mayoría de novelas nórdicas.
Por otro lado todo el tema de las relaciones familiares y la granja no tiene tanta profundidad como esperaba. En este tema me ha faltado algo. Julia como, creo, personaje principal no tiene demasiada fuerza, está muy desdibujada a lo largo de la historia.
En resumen Las trampas del afecto me ha parecido una novela entretenida, que se lee muy rápido y en la que la autora juega continuamente con el lector, lo que sin duda es un punto a favor. Sin embargo creo que le falta ese punto de adrenalina que se espera de una novela negra.