Revista Opinión

Las últimas elecciones legislativas en los Estados Unidos

Publicado el 13 noviembre 2014 por Liberal

Las últimas elecciones americanas y sus resultados ya todos conocemos. Voy a comentar mi parecer sobre lo que ha ocurrido. Para tener otro contexto, también recomiendo el escrito de don Javier al respecto.

Está claro que los norteamericanos están buscando soluciones para una economía que NO está dando resultados ni mucho menos “prosperidad para todos”. Los demócratas, al igual que ha ocurrido con todos, absolutamente todos los partidos políticos del centro-izquierda en el mundo capitalista avanzado, TAMPOCO han aportado soluciones para los pobres – es más, está claro para la ciudadanía cada vez más que existe un amplio consenso entre las clases dirigentes sobre las medidas económicas a tomar y aplicar. Como era de esperar, los apóstoles del libegalismo en España, Estados Unidos y otros países estaban eufóricos – leí comentarios en Twitter tipo “se acabó la redistribución izquierdista al mediocre, hacia abajo. Ahora tendremos capitalismo de mercado libre, incentivos para trabajar y libre empresa”.

Pero los liberales de verdad no tenemos ningún motivo para celebrar las últimas elecciones en EEUU.

¿Qué pasó?

1. La coalición demócrata participó menos en estas elecciones, pero tampoco por mucho menos.

Los norteamericanos de raza blanca representan el 75% del electorado en el 2014 – un aumento en comparación con el 72% en el 2012. Los demócratas realmente han perdido más votantes de color – 89% de negros americanos votaron demócrata esta vez (comparado con 93% en el 2012), un 63% de latinos (comparado con el 71% del 2012) y, lo más sorprendente, los asiáticos – 49% contra un increíble 73%.

Así pues ha habido más votantes blancos esta vez y el Partido Republicano es el partido por excelencia del americano de raza blanca y de confesión cristiana (especialmente protestante). Los demócratas no han podido excitar a sus bases electorales esta vez y si no eres capaz de hacer eso, estás perdido. Significa que la base, por cualquier razón, sencillamente no está motivada políticamente como el otro partido.

Todo hay que decirlo: la izquierda suele ser mucho más crítica con sus partidos que la derecha. En España ocurre exáctamente lo mismo – muchos de los abstencionistas en realidad son de izquierdas, pero no votan al no sentirse “representados” por el PPSOE. El PP tiene una base 100% fiel normalmente (aunque esto ya está cambiando muchísimo y podría provocar una crisis en el PP) – la base en España que suele votar PP es cada vez más mayor, la religión es cada vez menos importante para las nuevas generaciones y exceptuando a las pequeñísimas minorías de jóvenes de NNGG del PP, la juventud de nuestro país siente asco hacia el PPSOE pero especialmente hacia el PP.

2. Los de raza blanca en EEUU suelen votar republicano

Un altísimo porcentaje – el 64% de varones blancos en EEUU vota republicano, el margen más grande desde que Reagan ganó arrasando en 1984. Entre los blancos sin formación universitaria, el 64% también votó republicano. Las mujeres blancas votan más a los demócratas que los hombres blancos – la misma tendencia que en España (las mujeres en general suelen ser más izquierdistas que los hombres). Pero aun así, una mayoría de mujeres blancas en EEUU sigue siendo republicana – solo el 32% de mujeres blancas en Texas, por ejemplo, votó por la candidata demócrata Wendy Davis. Las mujeres solteras son aún más demócratas, con un 60% votando por los demócratas. Suena alto, pero es el nivel más bajo desde 1992.

El número de votantes demócratas también está relacionado con el nivel educativo del blanco (en EEUU también el nivel educativo está relacionado con clase social aunque los científicos sociales discrepan – ¿un señor sin formación superior que cobra más de 100 mil dólares al año es “de clase baja” u “obrera”? No está nada claro. El hecho es este: desde que Nixon ganó el 54% de los votes SINDICALISTAS de los blancos en 1972, está claro que la base de votantes blancos se ha hecho más tribal, culturalmente homogénea y casi etno-nacionalista. EEUU es un país donde la “raza” es muy importante a la hora de cifrar comportamientos, tendencias, votaciones y muchos otros indicadores. En España de momento no tenemos eso al no contar con una población suficiente de “otros”, de minorías raciales y étnicas. Quizá cuando los hijos de inmigrantes puedan votar, lo notaremos más aquí y el discurso se “racializará” como en Francia o Reino Unido, aunque dudo que a esos niveles de racismo.

Los blancos en EEUU que tengan titulación superior – especialmente letras, suele votar demócrata pero es muy difícil generar una coalición amplia con abogados y doctores en filosofía.

3. La base del Partido Republicano sigue siendo blancos cristiano-evangélicos.

Es interesante ver cómo los demócratas ganaron en casi todas las otras poblaciones electorales menos en esta. La base blanca evangélica del Partido Republicano representa el 25% del electorado americano y eso contribuyó mucho a que ganaran los republicanos. Los porcentajes de evangélicos votando republicano NO ha cambiado en las últimas décadas.

Para que tengáis una idea de lo impresionante que es ese 25% del electorado – toda la población considerada “de color” – negros, latinos, asiáticos, etc votó en estas elecciones pero no en suficientes cifras – no llegaron ni al 23%. Los que dicen que “la derecha cristiana” ya no existe en EEUU están muy equivocados. El Partido Republicano jamás va a “moderarse” mientras siga con una base, de más del 40% de sus votos de grupos principalmente evangélicos, sureños, con armas en sus casas, que interpretan la Biblia de forma literal, que son profundamente reaccionarios (socialmente y económicamente, aún cuando les perjudica mucho en las leyes laborales) y luego su otra base – los “libertarianos” radicales.

4. La revuelta díscola “anti impuestos” de la extrema derecha en los años 70 todavía define la política americana hoy en día.

Todos los votantes de todas las demografías menos los millonarios actuales apoyan la idea que los ricos deben pagar más impuestos. También apoyan, incluso en los estados republicanos, subir el salario mínimo (una de las grandes contradicciones de los sureños republicanos). Eso está bien si lo que pretendemos como liberales es generar ingresos para el estado, aumentar la igualdad, disciplinar una clase delincuente de plutócratas abusadores y sinvergüenzas y crear una normativa moral de solidaridad social como existía hasta bien entrado el siglo XX en Occidente.

Pero existe un grave problema que afecta a todos, incluido en España: los que no son ricos TAMPOCO les gusta pagar impuestos. No se fian del Estado ni creen que el estado va a usar su dinero de forma útil. O, cuando el gobierno usa el dinero, las ideas suelen sonar abstractas e indirectas para el votante medio – por ejemplo, hablar del “medio ambiente” o el “cambio climático” suele provocar carcajadas en “el pueblo”.

Fijaos en lo que pasó con un estado tan “progre” como Massachusetts – no solo eligieron a un gobernador republicano, sino también votaron para eliminar la reciente medida aprobada que pretendía vincular el impuesto sobre la gasolina al nivel de inflación. Los votantes en el progresísimo estado de Vermont casi derrotaron al gobernador demócrata progre (que pretende implementar un sistema sanitario público a lo “europeo” en su estado) porque la población está indignada sobre los aumentos de impuestos contra la propiedad.

En Kansas, aún después de pasarse meses hablando sobre cómo el gobernador Brownback destrozó el sector público de ese estado reduciendo los impuestos de forma masiva para los más ricos, los votantes optaron por él de nuevo aunque con un margen del 4%.

No ignoremos que América fue fundada por una revuelta contra los impuestos “europeos”, en ese caso, Reino Unido. Es un país que odia pagar impuestos, lo llevan en su ADN y cuando el “Obamacare” se demostró ser un total fracaso, más se acordaron de por qué odian los impuestos.

En España pasa algo parecido – es un país tremendamente anárquico, con mucho egoísmo a nivel personal y ombliguismo – el famoso “lo mío es lo mío y que nadie lo toque”. El españolito medio, mientras no les afectes su vida personal o propiedad, le suele importar un bledo la sociedad en su conjunto. En nuestro caso, eso se debe a siglos de tener que aguantar a hijos de puta corruptos o dictadores gobernándonos. No tenemos un concepto aun de “sociedad civil”. Hemos desarrollado una población desconfiada y con muy mala leche.

5. El control republicano de las políticas estatales tendrá unos efectos perniciosos en EEUU durante años y años.

Los republicanos actuales nada tienen que ver con el partido de Lincoln ni con el de Reagan – al menos hasta los años 80, el consenso social estaba más o menos igual. Pero ahora nada que ver. Los republicanos controlan absolutamente – el gobernados y el poder legislativo mientras escribo esto, 24 estados. Los demócratas solo controlan 7. Los demás están divididos entre los partidos, incluyendo zonas más liberales.

El sistema de federalismo a ultranza (jefersoniano en origen) es radicalmente localista y permite que los estados puedan socavar normas democráticas, humanas y económicas a nivel nacional. En la época de Obama, ya se ha visto como ha habido un proyecto extremista financiado por los hermanos Koch para destrozar los pocos derechos laborales que había en EEUU, limitar los derechos de los sindicatos y de reunión (al igual que ha hecho Rajoy en España), prohibir el aborto, intentar fomentar la apatía entre la juventud para que no voten, redistribuir el código fiscal hacia abajo, para que los pobres paguen mucho más que los ricos. El proyecto extremista ha sido sistemático, implacable y nacional. En parte, se parece mucho (aunque a lo bestia) a lo que en España conocemos como la “derecha mediática” – aquellos tertulianos como Juan Ramón Rallo que reciben dinero de organizaciones privadas para fomentar basura propagandista – Libertad Digital, el Instituto Juan de Mariana, Red Liberal, Intereconomía, Cadena Cope, El Mundo, La Razón y el ABC. ¡Y luego se quejan algunos de que en España la prensa es “progre”! Si hasta EL PAÍS defiende las ideas económicas aplicadas por la troika no elegida. La diferencia, no obstante, es que en España la gente está algo más avispada que en EEUU cuando se trata de estos cantamañanas.

Yo ya dije hace tiempo en este mismo blog que cuando manejo mejores datos, cambio de opinión. Yo ya no creo que sea posible seguir apoyando este sistema. Si eres mi aliado de verdad, lo comprenderás y respetarás este criterio. Una persona que no evoluciona es una persona que no es normal, que tiene un problema de desarrollo mental y físico. Mis principios siguen siendo los mismos – igualdad, democracia, libertad y prosperidad para todos. Lo que sí ha cambiado es CÓMO llegar a conseguir esos objetivos.

Mientras tanto, las élites que gobiernan son implacables y reciben millones y millones de multibillonarios como los hermanos Koch y otros. Las cámaras legislativas en los estados también redibujan los mapas electorales para mantener el control político en EEUU.

Los demócratas son un grupo heterogéneo, con muchisimas tendencias y por eso no pueden ganar elecciones ahora. Es por eso precisamente que yo muchas veces he dicho que NO QUIERO ECLOSIONES en el liberalismo, ni heterodoxia, ni mezclas de tendencias. Debemos fomentar una voz, una serie de ideas, unidos todos. Los movimientos sólidos no se construyen con asamblea permanente como pretenden algunos y que sirva esto como toque de atención a todo liberal que venga por aquí para provocar, para fomentar ideología libertariana y anarquista, para atacar conceptos como la igualdad, la democracia y demás elementos necesarios en una sociedad avanzada. Aquí no tienes sitio.

6. La ignorancia

Debes ser consciente que la mayoría de los votantes NO entienden las estructuras ni los detalles de la política. No entienden que, por ejemplo, eso de “la separación de poderes” en una época de partidos políticos fomenta gobierno DIVIDIDO y un gobierno DIVIDIDO no puede generar POLÍTICAS PÚBLICAS para nada.

Más del 40% del electorado ni sabe, casi nunca, qué partido controla el Congreso. Aunque sí es verdad que las élites son perniciosas y criminales, no significa eso tampoco que el “pueblo” esté lleno de ilustrados. No obstante, es lo que hay, es con lo que tenemos que lidiar. Tenemos que trabajar con el pueblo y hacer lo mejor posible para informarles, organizarles políticamente.

Yo lo diré de una forma más castiza porque me da igual: la mayoría de los votantes son tontos de cojones. Y no solo votando – en general la gente es tonta o ignorante. Eso es aplicable en España, en EEUU y donde quiera que existan seres humanos.

Pero hay que refutar además muchas ilusiones de algunos libegales: la gente mayor NO QUIERE ningún paraíso libertariano (desierto más bien) y por supuesto que quieren seguir cobrando sus pensiones y recibiendo otras ayudas públicas. Estar enfadado con el gobierno por no cumplir sus objetivos ni beneficiar a las masas NO es ninguna indicación de que los votantes quieren un capitalismo ilimitado. La mayoría de los votantes sí quiere derechos laborales, sí quiere aumentar el salario mínimo, sí quiere que sus hijos tengan empleo, sí suelen preocuparse por el desmantelamiento de la educación pública y la sanidad (en EEUU también). En el caso americano, la mayoría también apoya que los inmigrantes ilegales puedan tener un camino legal para obtener la nacionalidad. Yo me opondría a que tengan nacionalidad, pero EEUU es un país absolutamente generoso con los inmigrantes porque allí todos se sienten inmigrantes. Yo, sin embargo, en España no puedo sentirme “inmigrante” porque todos mis orígenes de siglos y siglos están aquí. Pero “America is America”, tierra de inmigrantes.

El Partido Demócrata, al centrarse tanto en los homosexuales, las mujeres, las madres solteras, las minorías étnicas y raciales, ha provocado el asco de gran parte de los blancos tradicionalistas en EEUU. Ya no son los años 30 – los blancos de Kentucky, Louisiana y Arkansas odian cualquier cosa que tenga la palabra “demócrata” y ya lo consideran un partido “socialista” y “peligroso” mundialista. No quieren para nada que gire a la izquierda, pues ya creen que es grotescamente progre.

Mientras que en España la gente queremos que el PP haga cierto giro a la izquierda, vamos a reconocer que los americanos son MUY conservadores. NO quieren ningún giro más a la izquierda. Quizá el “New Deal” de Roosevelt fue una anomalía en una época en la cual América era un pueblo bastante más homogéneo culturalmente hablando sin las profundas divisiones raciales, sexuales, religiosas y étnicas que hay ahora. EEUU históricamente y al margen del “New Deal”, siempre fue un pueblo ultra-individualista, anárquico casi, de pioneros en las fronteras matando a indios para conquistar terrenos, fabricar sus casas con mucha tierra y en general aquello de “no toques lo mío, malvado estado, o te pego un tiro por tirano”.

Es la cultura de Estados Unidos y no nos debe sorprender tampoco. En todo caso, procuremos que eso no cale en España y que el PP se de cuenta que la gente aquí no quiere “menos estado” necesariamente sino oportunidades, un empleo para sus hijos, sanidad y educación pública, más control de la inmigración ilegal y eliminar a los corruptos del PPSOE. La tarea va a ser complicadísima, ¡pero lo vamos a conseguir!


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