—Cuando tengan 12 años les contaré el secreto de la vida.
Cuando el más grande cumplió los 12 años, le preguntó ansiosamente a su padre cuál era el secreto de la vida.
El padre le respondió que se lo iba a decir, pero que no debía revelárselo a sus hermanos.
—El secreto de la vida es este: La vaca no da leche.
—¿Qué dices?, preguntó incrédulo el muchacho.
—Tal cual lo escuchas, hijo: La vaca no da leche, hay que ordeñarla. Tienes que levantarte a las 4 de la mañana, ir al campo, caminar por el corral lleno de excrementos, atar la cola y las patas de la vaca, sentarte en el banquito, colocar el balde y hacer los movimientos adecuados.
Ese es el secreto de la vida. La vaca y la cabra, no dan leche. Las ordeñas… o no tienes leche.
Hay una generación que piensa que las vacas DAN leche. Que las cosas son automáticas y gratis: "deseo, pido, y obtengo".
“Hay quienes piensan que las vacas dan la leche".
Que las cosas son automáticas y gratuitas. No. La vida no es cuestión de desear, pedir y obtener. Las cosas que uno recibe son el esfuerzo de lo que uno hace.
La felicidad es el resultado del esfuerzo. La ausencia de esfuerzo genera frustración.
Así que, recuerden compartir con sus hijos, desde pequeños, este secreto de la vida. Para que no crean que el gobierno, o sus padres, o sus lindas caritas van a conseguirles leche cual vaca lechera. NO.
"Las vacas no dan leche. Hay que trabajar por ella".
Este cuento debería repetirse hasta el cansancio en todos los colegios de España, donde se esparce, de manera imprudente y suicida, la cultura del mínimo esfuerzo y el nocivo concepto de que el Estado nos cuida y nos mantiene. Con esa filosofía, que es la favorita del gobierno de Pedro Sánchez porque cree que con esa postura compra y obtiene votos, el hundimiento del país está asegurado y tanto la fortaleza como la prosperidad se alejarán cada día más.
Francisco Rubiales