Las vidas pasadas en los niños

Por 9mesesbaby @9Mesesbaby

¿Mis hermosas luces, creen en las vidas pasadas?,

yo creo en ellas, pero todo, como la vida, es relativo. Les explico y sin el fin de confundirlas, porque sé que hay muchas personas que tienen ideas encontradas con el tema, especialmente por creencias religiosas. Y es que en parte, también tienen razón… y claro, se preguntarán:

¿Cómo, no que si creías en las vidas pasadas y ahora dices que los que no creen también tienen razón?

Pues sí y la respuesta es muy simple.

No existe el tiempo
No existe el tiempo
No existe el tiempo

¿Quedó claro?, a estas alturas creer en el pasado y en el futuro, es ya, falta de información.
Al menos, como lo conocemos… y eso, lo demostró hace mucho tiempo el genial #Einstein.

Y si el tiempo no existe, ¿qué es lo que sucede?, bueno, todo mis bellas, es mucho, mucho más grande de lo que podamos imaginarnos, digamos que el tiempo, en vez de ser lineal, son una serie de sucesos que pasan en un mismo momento.

Gracias a mis meditaciones, he podido SENTIR y PERCIBIR, y esa es la mejor forma de explicarlo, que el tiempo es como un gran prisma (aunque seguramente es todavía más grande que un prisma, como dicen, mientras más sé, más me doy cuenta que nada sé) y son una serie de eventos que suceden al mismo tiempo, en distintas dimensiones paralelas a la nuestra y aquí aclaro, hay personas que suelen decir que está la 3era o 4ta dimensión, yo creo que hay muchísimas más y las vamos también creando por nuestros pensamientos y decisiones fuertes en la vida, ahora, decir 3era o 4ta, está también mal definido, ya que en realidad, no hay primera ni segunda, todas son dimensiones paralelas, creándose y co creándose constantemente como en una bella danza.

Y nosotras tenemos la capacidad de conectarnos entre ellas, nutrirnos de ellas y sanarnos por medio de ellas… ojo, lo que digo es super serio, tenemos la capacidad de NUTRIRNOS Y SANARNOS de nosotras mismas. A buen entendedor, pocas palabras.

Y buscando esta imagen en google, para poderme dar a entender un poquito mejor como yo lo percibo, me di cuenta, que es muy parecido a la “flor de la vida”, ¿la conocen?, hablaremos mas de ella en otro post, pero me sorprendió… me soprendieron…


¿Un poco confuso? Si, créanme, le he dado muchas vueltas para escribir del tema y contarles un poquito más, pero hay veces en que los temas son más fuertes que yo y los tengo que escribir si o si, porque sé, de alguna forma, que ayudarán a alguien que me estará leyendo.

Ahora, regresando a las vidas pasadas, si el tiempo en realidad no existe (como ya está comprobado científicamente) la religión, hasta cierto punto, tiene razón acerca del tema, aunque más que razón, depende como lo mires o como lo digas, ¿verdad?.

Estamos en una época de evolución, de dar un paso más en consciencia, los niños nacen más conscientes y con habilidades impresionantes, adultos en todo el mundo están despertando y pienso que la razón principal de que esto suceda es justamente la de acompañar y guiar a estos niños. (lee mi post de niños indigo, cristal y arco iris)

Pero sigamos hablando del tema refiriéndonos a vidas pasadas, ya que si hablamos de dimensiones el tema se vuelve muy confuso.

¿A qué edad los niños comienzan a recordar sus vidas pasadas?

Usualmente entre los 2 y 4 años, ahí es donde su mundo actual con el anterior se confunden, en el caso de mis hijos, Sven, tenía pesadillas recurrentes donde se veía y sentía en otro lugar, eran tan fuertes que cuando se despertaba y me miraba me decía, “ohhh gracias que estoy acá y ya no en ese otro lugar” y me daba cuenta, que cada vez que hablábamos del tema o la televisión lo mencionaba, el así pequeñito dejaba todo lo que estaba haciendo para acercarse y escuchar mejor. Poco a poco y a medida que pasaba el tiempo, fue olvidándolo, pero yo como madre, no y siento que si él lo recordaba era porque seguramente algo todavía debía de sanar, habían quizás traumas muy presentes y para él muy reales.

¿La forma de trabajarlo?, ayudándolo a posicionarse en su momento presente, recordándole que esta acá, que es amado, que tú eres su madre, recordándole su presente con palabras como mañana vas a ir al nido o vamos a ir a jugar al parque.

Los masajes desde pequeñitos, los ejercicios, el yoga, los deportes, lo que hacen es ayudarlos a reconocerse mas en su cuerpo, no crean que es fácil mis hermosas luces entrar en este cuerpo físico.

Imagínense entrar en un disfraz de astronauta, con el casco, los guantes, botas, etc. y que les digan que tienen que usarlo sin sacárselo, por los próximos 60-80 años, ¿como reaccionarían? terrible, ¿verdad? con llantos y disconformidad seguramente, bueno, cuando vean a sus Bebés así, recuerden eso, compréndanlos y ayúdenlos, masajes desde Bebés, hacerlos conscientes de su cuerpo y palabras de amor y comprensión, son lo mejor en estos casos. Ahí mis bellas podríamos decir que el colecho, darles la seguridad, va también por ese tema, el espiritual, todo es mas grande mis bellas, mas grande y maravilloso.

En el caso de que los recuerdos sean tan fuertes, que ellos lleguen a pensar que son realmente esas personas (ha sucedido) en ese caso ceremonias sencillas de cierre, donde se despidan ellos mismos de esa persona y acepten este nuevo nombre y nueva vida, es lo ideal. ¿como hacerlo? les aseguro que sus mismos niños se los dirán, consultándoles ¿como crees que debemos despedirnos de José, (por ej.)?, nada de llevarlos a chamanes o cosas raras, no lo vean ni les hagan sentir como algo extraño. Al momento de la “ceremonia” de despedida, agradecerle a José y todo lo que nos enseño. (les recomiendo leer también el post “Abrete a nuevas posibilidades con tus hijos”)

En el caso de mi segundo hijo, Noah, él en cambio era un niño totalmente consciente, conectado, veía ángeles, espíritus y más, tantas veces trataba de explicarnos lo que estaba viendo, en el cielo, o en su habitación y en su poco lenguaje nos señalaba y balbuceaba, eso si, nunca asustado, siempre con mucho amor, para él, todo ese mundo era tan normal y es que así lo es y así lo debemos de ver.  Es normal para nosotros ver fotos de Noah mirando a otro lado, sonriendo o señalando.

A Kian, mi tercer Bebé, todavía lo estoy siguiendo de cerca, viendo sus preferencias y sobre todo, acompañándolo, por que eso es lo que somos los padres, acompañantes en el amor.

Y mi bella, si este es tu caso, si eres la madre de uno de estos niños, nuevos, conscientes, te recuerdo que los niños maravillosos, suelen nacer de madres maravillosas, madres con la capacidad suficiente de guiarlos en este nuevo camino de consciencia y amor.

Las amo,