Las voces de carol - clara peñalver

Publicado el 21 enero 2019 por De Lector A Lector @deLectorALector

NUESTRA OPINIÓN...

Las voces de Carol hizo que me fijase en él por la temática que subyacía de su argumento, aparte de ser una novela negra, tenía como elemento diferenciador que la víctima era una escuchadora de voces. Yo nunca había oído hablar de este concepto así que captó mi atención.
La novela arranca con la muerte de una célebre escritora. Lo que tiene  toda la pinta de ser un suicidio, casi desde el principio parece claro que no lo es, con lo que la policía, aparte de mantener lejos a la prensa, tendrá que tratar de descubrir al asesino de una persona que, a priori, no tiene enemigos y que además, pronto descubrirán que es muy especial.
Abril Zondervan es la víctima, una escritora con sus rarezas pero cuya principal característica es que escuchaba voces. Como os decía al principio, es quizá esto lo que me llamó la atención de esta novela. En realidad la víctima era esquizofrénica, de ahí que escuchara las voces pero seguía de cerca un movimiento, que existe en la vida real, que son los escuchadores de voces. Este concepto me captó mi curiosidad desde el principio y me hizo acudir a internet en más de una ocasión para descubrir que muchas de las cosas que se cuentan en la novela o la bibliografía a la que se hace referencia cuando se habla de los libros que consulta la propia Carol, la inspectora, para tratar de entender la mente de la víctima, son reales. Es verdad, que cuando escogí esta novela me esperaba otra cosa, pero el camino por el que me ha llevado me ha gustado y sobre todo, me ha sorprendido.
Hay que destacar la labor de documentación que ha tenido que llevar a cabo la autora, tanto a nivel bibliográfico como personal, ya que, por los artículos que he ido leyendo también después, la novela tiene mucho de real en lo que se cuenta acerca del movimiento de los escuchadores de voces y es un claro llamamiento a que se normalicen las enfermedades mentales en la sociedad.
También hay que alabar lo bien descritos que están los procesos que se llevan a cabo en la investigación, desde la recogida de pruebas hasta la propia autopsia, descrita con minuciosidad pero sin entrar en detalles escabrosos.
Por otro lado tenemos a Carol, una inspectora muy valorada y capaz pero, como ya viene siendo costumbre, atormentada por un suceso del pasado. Carol ahoga sus noches en cerveza para poder conciliar unas pocas horas de sueño, luchando de manera constante por librarse de ese pasado que no le deja salir adelante. Además, tendrá que lidiar con un compañero al que no le tiene demasiada estima, La hiena, pero que acabará por hacerle más bien del que ella se espera.
A lo largo de la novela iremos descubriendo poco a poco el mundo de Abril, todas las personas que la rodeaban, que no eran muchas, y cómo cada una de ellas parece ocultar algo. A la vez que la policía, iremos descubriendo poco a poco lo que esconde cada uno y la parcela de vida que su agente literaria, su psicóloga, su asistente y su desconocido amante conocían de ella ya que Abril parece mostrar una cara diferente a cada uno de ellos. En cualquier caso, esta investigación será imposible de resolver sin que Carol logre entrar en la mente de la víctima y llegar a conocer cómo pensaba.
Quizá lo que menos me ha convencido de la novela ha sido es cómo está narrada. El uso de un narrador onmisciente me ha hecho distanciarme un poco de los personajes y verlo todo como una espectadora. Eso sí, hay que reconocer que Las voces de Carol, para no tener un ritmo trepidante, sí que consigue mantener en vilo al lector y hacer que quieras seguir leyendo un capítulo más. Es más, el último tercio de libro sí que hace que no te puedas despegar de las páginas hasta llegar a un final que sorprende y que es totalmente coherente con el resto de la historia.
En conclusión, Las voces de Carol es una novela con la que he disfrutado y con la que he aprendido mucho acerca del movimiento de los escuchadores de voces.
FICHA DEL LIBRO
FRAGMENTO