Hoy toca un plato fácil y resultón, porque esta lasaña se hace con placas precocidas, porque es muy sana, porque los detractores de las verduras se van a quedar sin palabras, (Milicocinillas, tu Jorge ni se va a enterar que lleva verduras, ja, ja, ja) y porque es riquísima.
Me gusta cocinar todo tipo de recetas, las de toda la vida y alguna que otra más rebuscada, pero lo que más me gusta es cuando con pocos ingredientes y con poco trabajo puedes conseguir un plato que gusta a todo el mundo, esos en los que los comensales no dejan ni las migas y esto es lo que sucede en casa cuando hago lasaña, lleve el relleno que lleve, (como ésta de brócoli) siempre está buena y me encanta cuando dejan los platos limpios de tanto pasarles el pan para comer hasta la última gotita de crema o salsa, ja, ja, ja..
Ingredientes:
15 placas de lasaña
1 calabacín
1 berenjena
750 ml. de salsa bechamel (salsa blanca)
200 gr. de mozarella rallada
2 cucharadas de nata (crema de leche)
Nueces troceadas
Sal y pimienta
Aceite
Trocear el calabacín y la berenjena y cocinar a fuego bajo en una sartén con una cucharada de aceite. Yo los cociné por separado. Salpimentar y reservar.
Preparar la salsa bechamel y una vez cocida, añadir un tercio de salsa a la berenjena y otro tercio al calabacín. Reservar el tercio restante.
Precalentar el horno a 200°.
Colocar en una fuente para horno las cucharadas de nata y sobre ésta agregar tres placas de lasaña. Añadir la mitad de la mezcla de calabacín y salsa, añadir queso mozarella y cubrir con tres placas de lasaña. Colocar la mezcla de berenjena y salsa, agregar mozarella y repetir la operación terminando con una capa de placas de lasaña. Cubrir con la salsa bechamel restante, espolvorear con la mozarella y añadir las nueces troceadas. Llevar a horno a 180° y cocinar durante 30 minutos. Recuerden que cocino en un horno a gas, con calor sólo de arriba y en la rejilla central.
Siempre deben procurar que las placas de masa queden cubiertas con salsa, o crema del relleno, porque necesitan este aporte de humedad para hidratarse y cocinarse bien.
¡Hasta la próxima!
¡Sean felices!
Rosi.