Es un estupendo almuerzo, que podemos dejar ya hecho con antelación conservado en la nevera. Y darle un golpe de horno cuando vayamos a comerla.
También es una manera sencilla de que los niños coman verduras, las espinacas siempre son temidas. Si poco a poco se las incorporamos a la dieta, llegará un momento en que coman verduras con normalidad.
(para dos personas, si es para más, aumentamos los ingredientes en proporción, las cantidades no tienen que ser exactas)
- Una pechuga de pollo
- Una cebolla
- Unos cuantos champiñones frescos (podemos usarlos en conserva)
- Placas de lasaña (unas 3 por lasaña), podemos comprarla precocida.
- Queso rallado para gratinar.
Para la crema de espinacas:
- Una bolsa de espinacas (300 gr. aprox.)
- 2 cucharadas de queso de untar
- 2 dientes de ajo
- Un puñadito de piñones
- Aceite de oliva
Para la bechamel de calabacín:
- Un calabacín
- Una cucharada de harina, un vaso de leche y una cucharadita de mantequilla
- Sal y pimienta
1. Cortamos la cebolla en juliana y laminamos los champiñones, pochamos en la sartén con un chorrito de aceite.
Troceamos la pechuga de pollo, la picamos en trocitos no muy grandes, y lo añadimos a la sartén. Salpimentamos. Una vez cocinado, reservamos.
2. Lavamos y picamos las espinacas (casi todas ya vienen lavadas). Machamos los ajos con un pellizco de sal, y añadimos una cucharada de aceite en la sartén. Cocinamos los ajos, y antes de que empiecen a dorarse, añadimos las espinacas y mezclamos bien.
Una vez que las espinacas se han cocinado y soltado todo su jugo, añadimos una o dos cucharadas de queso de untar y los piñones. Mezclamos bien y reservamos.
3. Hervimos las placas de lasaña, siguiendo las instrucciones del paquete. Ya que en muchos caso ya viene precocida, lista para rellenar.
Montamos la lasaña, primero una placa de pasta, después el pollo, otra placa y ésta la cubrimos con la crema de espinacas, cubrimos con otra placa de lasaña.
4. Pochamos el calabacín, bien picado, con una cucharada de aceite. Cuando esté blandito, añadimos en el vaso de la batidora, el calabacín, una cucharada de harina, la leche y un poco de mantequilla, sal y pimienta. Batimos, y calentamos en un cazo hasta que espese (es la manera más rápida de hacer una bechamel). Espolvoreamos con queso rallado.
5. Cubrimos la lasaña y la gratinamos en el horno hasta que esté dorada.