Continuaba el campeón mundial José Raúl Capablanca, opinando sobre los participantes del que iba a ser el Gran Torneo Internacional de Ajedrez de Nueva York de 1927, en el periódico The New York Times. Así el miércoles 16 de Febrero, tres días antes de que empezara el evento, escribió lo siguiente:
"Seguimos con nuestro análisis de los expertos que tomarán parte en esta gran competición, llegando a Rudolf Spielmann, quien nació en Viena el 5 de Mayo de 1883 (n.d.l.r.: con 43 años durante el torneo) y comenzó a participar en 1905 en Scheveningen, Holanda, donde terminó en tercer lugar. No fue un concurso de primera clase pero le dio la oportunidad de demostrar lo que podía hacer.
Con el paso de los años, su reputación fue aumentando y muy pronto se hizo conocido como uno de los jugadores más atacantes y brillantes de la época. Obtuvo algunas muy buenas victorias contra Rubinstein en un momento en el que este último era considerado el principal aspirante al título mundial y tan brillantes fueron estas actuaciones que muy pronto fue reconocido, como prácticamente a la altura de cualquier maestro, en llevar adelante un ataque directo contra el rey.(Amplíe la relación de partidas haciendo "click" sobre la imagen):
Sería bueno mencionar aquí que si bien todos los jugadores de la élite tienen en común una serie de cualidades, cada uno tiene un estilo propio y su competencia varía según su estilo, su capacidad de trabajo y también en base a la concepción que tiene sobre cualquier tipo de posición que se le presente.
Durante los últimos sesenta años (n.d.l.r.: 1867 en adelante, la época en la que Steinitz ya empezaba a predominar tras la retirada de Morphy), la ciencia del ajedrez ha progresado enormemente y por lo tanto se requiere cada día más a los principales expertos del juego. Hace 70 años (n.d.l.r.: Recordemos que Anderssen chocó frontalmente contra la "savia nueva" que representaba el genial Morphy en un match que ambos jugaron en París, del 20 al 28 de Diciembre de 1858) los principales maestros solo pensaban en atacar al rey del oponente lo antes posible con todos los recursos a su disposición, sin tener en cuenta todo lo demás.
Después de un tiempo, se consideró ventajoso maniobrar para posicionarse antes de lanzar un ataque directamente contra el rey. También se consideró bastante importante llegar a ser muy competente en el manejo de los finales. Podríamos decir aquí que todos los campeones conocidos del pasado, Morphy, Steinitz y Lasker, no tenían superiores en el final de partida mientras ellos estaban en la cima y en nuestra opinión la inferioridad en este aspecto, les provocó la pérdida del título antes que cualquier otra cosa.
Con el paso de los años se dio un gran impulso al conocimiento técnico de las aperturas. Pronto se descubrió que era mejor atacar los peones y otras piezas del oponente que atacar a su rey. Posteriormente se prestó más atención a la cuestión de la posición en el medio juego, así como a los conocimientos técnicos de aperturas y finales, hasta que definitivamente, hoy en día, se ha vuelto esencial ser muy competente en todas, o casi todas esas cosas, para sobresalir entre los maestros.
Hay varios tipos de aperturas, así como varios tipos de finales y de posiciones de medio juego. Lo ideal sería jugarlos todos igualmente de bien y no favorecer a ninguno, pero tal cosa es casi imposible en el juego real y prácticamente todos los maestros intentarán lograr el tipo de partida que prefieren, donde se sienten más como en casa. Sin duda, una marcada debilidad de cualquier tipo será fatal al menos que se contrarreste con una fuerza extrema en todas las demás fases. Incluso entonces, el jugador notoriamente débil en alguna etapa sucumbirá a la larga".
(Continuará)...Queridos amigos, leyendo la lucida historia del ajedrez, nos damos cuenta enseguida que Caissa, la "reina del juego-ciencia", sólo le pide a la F.I.D.E. que la dejen en paz y que de cada uno de los miembros de esa tupida organización internacional, no quiere saber más nada...
Angel Jiménez Arteagaaarteaga61@gmail.com