Un día, su tutor le pide que vaya a casa de Riku Tenma, un chico de su clase que sólo ha ido el primer día y, desde entonces, no ha vuelto por el instituto. Al decir las palabras mágicas de "eres la única en quien puedo confiar", Mirai acepta el reto gustosa. Pero la cosa será más difícil de lo que pensaba porque el chico es todo un hikikomori, una persona que se encierra en casa y abandona la vida social. La chica no piensa darse por vencida tan fácilmente y le dice que hará lo que sea para ayudarle a superar sus problemas y así consigue arrastrarle al instituto. Lo que no se esperaba es que éste la defienda de unos gamberros manejando una escoba con gran destreza ¿Por qué un chico tan habilidoso en el kendo se acabó convirtiendo en un hikikomori?
ReseñaLas historias de esta autora siempre tienen un estilo muy similar variando en determinados detalles que las hacen diferenciarse entre sí. Salvo la espantosa Durmiendo entre lobos, se caracteriza por enfoques dulces y simpáticos con algún momento en que te toca el corazoncito. Bueno, pues esto es lo que tenéis aquí, ni más ni menos.