Creo que el título no deja lugar a dudas. Ayer fue un gran día, y así os lo hice saber por Twitter, pues teníamos nuestra ecografía en la clínica de infertilidad en la que esperábamos escuchar el latido de Bolita.
Los días anteriores pasaron muy rápido, pues me decidí a no pensar en ello y simplemente intentar disfrutar. Pero ayer, me levanté con el estómago girado de los nervios, sensación que, unida a las constantes náuseas, hizo que llevase cara de asco todo el día sin motivo aparente.
Y por fin salí del trabajo. Por fin llegaron las cuatro de la tarde, y allí estábamos, maridín y yo encontrándonos en la puerta de la clínica.
Maridín me regaló mi rosa de Sant Jordi. Este año ha sido una de azúcar (aunque no me apetece en absoluto comérmela), y también trajo otra para la doctora, aunque maridín dijo “si todo sale bien y nos da el alta, se la doy, sino, se la reviento en la mesa” ¡ja ja ja! Evidentemente lo decía de coña, pero estábamos tan nerviosos que decíamos tonterías.
Y llegó el momento en el que me tuve que desvestir de cintura para abajo. Creo que contuve la respiración durante varios segundos, y por fin lo volví a ver. El saco gestacional, el saco vitelino y, ¡oh, una lucecita! Era el corazón de Bolita latiendo con fuerza.
Mucho antes de que la ginecóloga dijera nada, yo ya sabía que había latido, pero me moría de ganas por escucharlo y que me dijera que las medidas y la frecuencia eran las correctas (las habemos que somos muy detallistas y todo tiene que estar perfecto).
Bolita medía 3,8mm y su frecuencia cardiaca era de 124bpm. Medidas y frecuencia correctas para mi gestación de 6 semanas y 3 días.
Entonces intentó que escuchásemos el latido, aunque ya nos avisó que se escucharía poco por lo diminuto que era el embrión (y probablemente por la calidad del ecógrafo). Y así fue como escuchamos un BOOM BOOM BOOM lejano pero perfectamente diferenciable.
No lloré, aunque pensé que lo haría en cuanto ocurriese. Si que me quedé en shock, pues maridín me apretaba la mano y sonreía un montón y yo me quedé tal que así: o_0
Sentí una alegría inmensa que de repente se transformó en un pensamiento de auto conciencia, porque resulta que hay vida en mi interior. Ahora tengo dos corazones en mi cuerpo. Y hasta ahora no me he podido creer demasiado mi embarazo, por lo que me gustaría empezar a vivirlo como algo real, tangible.
La ginecóloga nos dio la pauta para que deje la medicación. Cuando cumpla las 8 semanas empezaré a bajar dosis de progesterona y parches de estradiol de forma progresiva, y en una semana, estaré totalmente desenganchada.
He de decir que me extrañó que no fuera a las 12 semanas, pero que queréis que os diga, estoy deseando quitarme la progesterona y los parches, y si así lo creen necesario, pienso confiar en ellos.
También me dijo que tenía que buscarme un ginecólogo que me llevase el embarazo a partir de ahora, y eso me llevó a recordar a la indeseable de mi antigua ginecóloga. A modo de broma maridín me dijo “con lo bien que te cae, ¿por qué no vas a verla?”
Evidentemente no.
Pero no os negaré que me asusta equivocarme de ginecólogo otra vez. Aunque mi intención es parir en la pública, si que quiero realizar controles ecográficos más seguidos aprovechando que tengo seguro privado, y sobre todo, por tener los antecedentes de cardiopatía de mi sobrino.
¿Y ahora?
Deseando que llegue la siguiente ecografía. ¡Soy adicta a Bolita!