LATINARAB 2015: Crítica de Decor (2014) Dir. Ahmad Abdalla

Publicado el 05 noviembre 2015 por Proyectorf @Proyectorfant

Director: Ahmad Abdalla; Guión: Mohamed Diab; Música: Khaled Al Kammar; Fotografía: Tarek Hefny (B&W); Reparto: Khaled Abol Naga, Maged El Kedwany, Horeya Farghaly, Samar Morsi, Mahmoud Hamdy; Productora: New Century Production; Género: Drama psicológico; Año: 2014; País: Egipto; Duración: 119 min.

Las decisiones relacionadas con la vida suelen representarse como la oposición de dos caminos. Es la libertad o la opresión, es el éxito o el fracaso, es lo moderno o lo antiguo, el bien o el mal. Algunos relatos logran escapar de esta lógica binaria, pero la mayoría decide repetir este esquema de contrapuestos para lograr un mensaje más claro y concreto, por convencionalismo y un poco también por comodidad.

El film egipcio Decor de Ahmad Abdalla es una sorpresa porque juega y cuestiona esta idea, pero al mismo tiempo, delibera con varios imaginarios y sentimientos humanos relacionados con el amor, el trabajo y el cine. Sobre todo con el cine y su referencia a films clásicos de Egipto, los cuales se ven en la pasión de Maha, además por la fotografía entera en blanco y negro que se destaca en Decor. Sin embargo, en la forma de narrar y en la historia se puede apreciar mucho de los grandes cineastas de occidente.

La protagonista es Maha (Horeya Farghaly) que en su trabajo como directora artística de un film de amor comercial y diluido, intenta manejar a la perfección todos los detalles, a pesar que se le pide eficiencia en el tiempo por encima de lograr un buen arte. Esto la lleva a tener disputas con el director de la película y la actriz principal por el tipo de trabajo que se pone en pantalla. Su novio Sherif (Khaled Abol Naga) es la contención necesaria para mediar entre las posturas, recordándole a su pareja que decidieron hacer el trabajo por dinero y no por prestigio.

Mientras trabaja en la decoración, Maha cambia de realidad; el set se convierte en su living y la vida de la protagonista del film es su propia vida. Allí, Maha es la esposa de Mostafa (Maged El Kedwany) y tiene una hija, una vida como ama de casa diametralmente opuesta a sus deseos de destacarse en el ámbito cinematográfico. En un momento vuelve a su vida normal, pero el stress y la presión laboral la llevan de una realidad a la otra, y a medida que se hacen más frecuentes los cambios, la diferencia entre la imaginación y la realidad empiezan a borrarse, como también sus anhelos con respecto a su vida ideal.

El film, como dijimos en blanco y negro, hace referencia al cine clásico, pero también a los deseos que los espectadores ponen en el cine, en los imaginarios que recorren por las mentes que proyectan en 120 minutos un escape de la aburrida vida para desear algo más excitante y divertido. Decor abre el debate sobre si esas vidas tan liberales, rodeadas de luces y estrellas, son tan entretenidas como parecen, en las que la presión por cumplir con expectativas, tiempo y dinero también está muy presente.

Por otro lado también discute con la idea de amor feliz y el compromiso, en el cual ese amor sin ataduras, excitante y novedoso tiene lugar a largo plazo, si los deseos son reales o son una excusa para no cumplir con una obligación constante. Ahí Maha tiene el consejo de un psicólogo que comparte en ambas realidades y es el personaje que sirve de ancla para que ella defina sus deseos.

El trabajo de la actriz está muy bien interpretado para que nuestros pensamientos cambien con su postura, por momentos le damos la razón y por otro cuestionamos su postura, pero siempre nos compadecemos de su mal y entramos en su lugar. Decor brinda muchos detalles analizables y cuestiona diferentes esquemas de vida, donde el pasado siempre fue mejor, cuestiona los anhelos del amor y las etapas de la vida, las decisiones. Sobre todo esos al cine, o esos relatos universales que tenemos presente todo el tiempo.

Quizás haya lapsos del film en los cuales el mensaje completo no queda demasiado claro, sobre todo la posición en relación a la vida en general, pero Decor es un drama psicológico que deja pensando, abre un poco el juego y, sobre todo, no deja ninguna postura 100% cerrada, porque todo puede ser ambiguo y eso no está mal.