Cartel de la edición de este año de la Celac, publicado por los organizadores.
En marzo de 2010, escribía este post: Latinoamérica para los latinoamericanos en mi blog personal (convaleciente en la UCI). Esa era la primera vez que los países de América Latina y el Caribe se reunían sin la tutela de otra potencia externa, como pasa en la Organización de Estados de Americanos (OEA) o las Cumbres Iberoamericanas, con Estados Unidos y España, respectivamente.
Ahora, Latinoamérica tiene una prueba de fuego para ver si esta realidad se concreta. La Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (Celac) se constituyó en Venezuela en diciembre de 2012, el año pasado realizó su primera Cumbre oficial y a partir de hoy, martes, y hasta el miércoles acogerá los jefes de Estado en la Habana.
Precisamente, que se reúna en la Habana no deja de ser muy simbólico, porque precisamente Cuba fue expulsada de la OEA en 1962 y, pese que fue readmitida en 2009, nunca más ha vuelto a participar en este organismo.
Perú y Chile
El fantasma de las tensiones fronterizas pesa como un péndulo. Precisamente este lunes, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la Haya resolvió salomónicamente en una disputa por las fronteras marítimas que tenían Perú y Chile. Lima reclamaba 38.000 kilómetros de mar a Santiago. Finalmente, el Tribunal de la Haya ha decido que hasta las 80 millas, siga en manos de Chile, pero a partir de ahí y hasta las 200 este país deberá ceder este territorio marítimo a su vecino.
Esto ha provocado que casi haya los primeros desertores. Sebastián Piñera, el presidente saliente de Chile, y Michelle Bachelet, la mandataria electa, supeditaron su participación en la Cumbre, a la resolución de la Haya. Finalmente, ayer, confirmaron que asistirían y que el miércoles mantendrían una cita con el presidente peruano, Ollanta Humala.
Desde los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), como Venezuela, Ecuador o Bolivia, se quería potenciar este organismo, para que fuera un sitio donde se resolvieran las disputas regionales. Ahora, está por ver cómo podrá la Celac para mediar en estas situaciones. Además, Perú y Chile también se han unido en la eje económico de la Alianza del Pacífico, en el que también se incluye Colombia y México, por lo que están obligados a entenderse.
El conflicto colombiano
Otro de los puntos calientes, es el conflicto colombiano, que dura más de 60 años y es el más longevo de la región. En la Habana, precisamente, se encuentran desde finales del 2012 una delegación de las FARC y otra del gobierno colombiano para negociar una salida pacífica al conflicto.
El Presidente de Uruguay, José Mújica, ya ha dicho que se reunirá con las FARC. En un primer momento, se apuntó que su homólogo colombiano, José Manuel Santos, podría acudir también a la cita, pero Santos ha rechazado asistir al encuentro.
Se espera, que en esta edición, los mandatarios hagan un comunicado para respaldar la paz y el proceso de diálogo. Y es que el fin de este conflicto serviría para que el continente fuera mucho más seguro.
Cuba y Estados Unidos
Otro de los puntos que se debatirá es la relación entre Cuba y Estados Unidos, y la participación del gobierno de la Habana en la OEA. Desde que triunfo la revolución cubana y fracasó el intento de Estados Unidos por invadir la Isla en la desastrosa misión de Bahía de los Cochinillos (1961), ambos gobiernos no tienen relaciones, pese que están enfrente uno del otro.
Este encuentro de la Celac cuenta con un fenómeno totalmente insólito: por primera vez en más de 50 años el secretario General de la OEA, actualmente el chileno José Migue Insulza, visitará Cuba, en una clara muestra de acercamiento de la OEA al gobierno de la Habana, pero está por ver como transcurrirá esta situación.
Así pues, esta Celac será realmente importante para ver hasta qué punto la integración latinoamericana puede tener efecto en la región y puede servir para resolver sus problemas internos, sin la tutela de potencias externas.
Núria Sgura Insa
@Nurisein