La novela negra no es un género que lea habitualmente pero, de vez en cuando, algún libro de este estilo cae en mis manos y paso unas cuantas horas llenas de intriga. Ya lo he dicho muchas veces, pero lo repito: mi capacidad detectivesca es totalmente nula, así que siempre me llevo muchas sorpresas con estos libros porque o todos me parecen inocentes, el que me parece culpable no lo es o veo a todos culpables cuando es solo uno de ellos. Con Laura me pasó esto último.
Bueno, todo comienza con la muerte de Laura. La mujer del servicio la encuentra muerta en su casa una mañana con un tiro en la cabeza. Laura se iba a casar la semana próxima y, entre los sospechosos, se ecuentran su novio Shelby y su mejor amigo y escritor Waldo.
Es todo muy extraño porque, aunque Laura era una mujer rica y conocida, también cuentan de ella que se desvivía por los demás, que siempre hacía favores y cuidaba de que a sus amigos no les faltase nada. Entonces, ¿quién ha podido acabar así con su vida? Es un misterio, claro; para eso es el libro
Cada parte de la historia está narrada por un personaje: el primero es Waldo, que tiene un estilo muy particular y que además le encanta hacer rabiar tanto a Shelby como al inspector. A mí me pareció un poco chulito y sabelotodo, porque él se cree superior a los demás y no entiende cómo Laura podía relacionarse con los de “niveles inferiores”. Cuando es el inspector el que narra, la cosa se vuelve más sobria y formal, e incluso también hay partes que son informes policiales, así que vamos leyendo y entendiendo a los personajes por sus diferentes estilos.
Como dije, hay un incidente casi al principio que te provoca una parada cardíaca, y eso fue lo que más me gustó. Luego, tras hacer una reanimación cardiopulmonar al lector, las cosas se quedan peor que al principio y ya no sabes qué más puede pasar; es el momento en que yo sospechaba de todo el mundo, así que al llegar al final me quedó la sensación de decir “lo sabía”, pero es mentira, no lo sabía, porque antes del final no habría puesto la mano en el fuego por ningún personaje
Como sabéis, es un clásico de la novela negra. Para mí esto quiere decir que se parece más a Agatha Christie que a Peter May o Johan Theorin, que son algunos con los que puedo comparar por haberlos leído, pero tegan ustedes en cuenta que he leído poquísimos libros de este género y mis comparaciones son más bien pobres y poco fundamentadas.
Hablaba Lammermoor de esta novela por su portada. Debo confesar que a mí la portada me encanta: hubiera cogido el libro solo por la portada pensando seguramente, sin leer la sinopsis, que se trataría de un libro de amor… Sí, sí; de amor. Nada de crímenes, ni de investigaciones ni de sospechosos porque ¡¡esa portada no le pega nada al libro!! Hala, ya lo hemos dicho. De todas maneras, lo que cuenta es lo que viene dentro, y eso sí que me ha gustado.
Precio: 18,50 €
Propósito personal: No lo cumple RETO 2011: Recomendación.