no la de los charcos
no la de lavar la cara al primer despiertotampoco la anegada en los corrales
la que mandas traer
es un agua que no estáque sabes que no está
pero igual
vas a pararte entre los baldes vacíos
como entre personas pequeñas
niños nacidos en mitad de la noche
para mirarles descreída
el hueco de los ojos
de esta tierra era el ángel
con el ala rota a cascotazoscuidando los muertos de un pueblo del sur
de esta tierra era
pero lo traje aquí
donde el agua no alcanza a ser nieve
y no cuajan las formas
ni el nombre de las cosas
fue un acto de egoísmo
dejarlo mirar estos escombrosestas flores infames
proclives a la más mínima redención
al más ínfimo suspiro
pero quién podrá culparme
de querer un ángel para mi sedel humo en que cae y se pulveriza
su manera de ser inhumada
soñé
con lo bellas que seríamosdesde esa altura
en que los vuelos comerciales
rompen el aire de la tarde
y resplandecen de soledad
justo antes
de cruzar la sierra
Laura López Morales (Villa Dolores, Córdoba, 1976), La médula. Borde Perdido Editora. Córdoba. 2016.