Laura (Otto Preminger, 1944. EEUU): adaptación convertida en una prodigiosa pieza melonoir sobre cuyas interpretaciones (connotaciones necrofílicas y/o fantasmales bajo un concepto común y compartido por los tres personajes masculinos del relato: la obsesión) se han escrito ríos de tinta, de delicada puesta en escena (ayudada por un guión enorme, y es decir poco) y pulcra fotografía, con una construcción de matemática precisión y cuya capacidad de cautivar sigue intacta casi tres cuarto de siglo después. Dirigida con fascinante elegancia por el vienés Preminger, quien ya llevaba una década trabajando en Hollywood, reconociendo que a partir de este film tuvo una libertad creativa en sus proyectos que nunca había experimentado antes. Una película cuyos iniciales problemas de producción no empañaron su eterno resultado. Curiosamente, 1944 fue el año donde se rodaron tres cumbres del cine negro, La mujer del cuadro, Perdición y esta Laura, firmadas respectivamente por tres directores europeos y cuya lengua materna fue el alemán, Fritz Lang, Billy Wilder y Preminger.
Laura (Otto Preminger, 1944. EEUU): adaptación convertida en una prodigiosa pieza melonoir sobre cuyas interpretaciones (connotaciones necrofílicas y/o fantasmales bajo un concepto común y compartido por los tres personajes masculinos del relato: la obsesión) se han escrito ríos de tinta, de delicada puesta en escena (ayudada por un guión enorme, y es decir poco) y pulcra fotografía, con una construcción de matemática precisión y cuya capacidad de cautivar sigue intacta casi tres cuarto de siglo después. Dirigida con fascinante elegancia por el vienés Preminger, quien ya llevaba una década trabajando en Hollywood, reconociendo que a partir de este film tuvo una libertad creativa en sus proyectos que nunca había experimentado antes. Una película cuyos iniciales problemas de producción no empañaron su eterno resultado. Curiosamente, 1944 fue el año donde se rodaron tres cumbres del cine negro, La mujer del cuadro, Perdición y esta Laura, firmadas respectivamente por tres directores europeos y cuya lengua materna fue el alemán, Fritz Lang, Billy Wilder y Preminger.