Como característica propia frente a otras aves emparentadas con ella posee unas patas relativamente cortas y la cola notablemente larga. Hoy estuve observando durante un momento y fotografiando a este ejemplar que está invernando en la playa de la Ribera, en Luanco.
La lavandera cascadeña es muy rara como nidificante en Gozón, deben ser muy contadas las parejas que se reparten por el concejo, yo a lo largo de estos dos últimos años sólo la he visto en la localidad de Manzaneda. Sin embargo en otoño, sobre todo a partir de octubre o noviembre, se detecta algo de paso migratorio, y algunos ejemplares se quedan a invernar, como este de la Ribera. Lo hacen casi siempre en pequeñas ensenadas del litoral donde desemboque alguna corriente de agua dulce, ya que en invierno se alimentan como el resto del año de pequeños invertebrados acuáticos.
Este ejemplar en concreto debe tratarse de un macho adulto, por la gran extensión de amarillo que presenta en las partes inferiores, tan sólo con los flancos blanquecinos, y las alas bastante oscuras. No presenta babero negro dado que este rasgo del plumaje de los machos lo pierden después de la cría. No es habitual, dado que la mayor parte de las aves que llegan en invierno, seguramente de las zonas más norteñas de distribución en Europa, son juveniles o hembras.