Hay un gran debate en Cataluña actualmente. Gente a favor de la independencia, gente en contra, presos políticos. Sí, presos políticos, no políticos presos. A pesar de que la ministra de justicia saliera en la sexta noche diciendo que hay políticos presos no presos políticos y que se están enjuiciando hechos, para mí, son presos políticos, políticos encarcelados por tener otros ideales, cosa sorprendente -a mi parecer- en un país “democrático”.
SÍ A LOS LAZOS AMARILLOS
Te guste más o te guste menos la independencia, los lazos amarillos defienden una idea más como cualquier otra y deben ser totalmente respetables. Que se quieran prohibir los lazos amarillos, es quitarle la voz al pueblo, cohibir la libertad de expresión, una de las bases de la democracia.
Estupendo me parece el hecho de que miles de personas se hayan manifestado en Madrid. Es el ciudadano el que tiene la voz y el voto, aunque algunos partidos políticos estén en contra de esto por sus propios intereses.
VIVIMOS EN UNA DEMOCRACIA
Por último decir que vivimos en una democracia en la que un referéndum se considera un golpe de estado y la autoproclamación de Guaidó en Venezuela está bien vista, ser independentista es ser un golpista y llevar lazos amarillos y hablar en catalán te hace ser repugnante.
Muy normal todo, ¿verdad? Lo más gracioso es que, quienes piensan estas cosas -de extrema derecha obviamente- dicen ser constitucionalistas. Para mí ser constitucionalista está en defender los derechos de la gente, en respetar las ideas de los demás, en garantizar una vida digna y no en ondear una bandera creyéndose el más patriota por ello y en admirar el artículo 155.
Además, que se esté haciendo un juicio sobre lo ocurrido deja bastante que desear. En mi opinión se está cuestionando a gente por un referéndum -nada ilegal para mí- y por su manera de pensar. Muy lógico todo, ¿verdad?
NO SOY INDEPENDENTISTA, NI SIQUIERA SOY DE CATALUÑA
No quiero que Cataluña se independice de España, por eso creo en el diálogo para llegar a acuerdos, pero sí que me parece bien que cada uno se considere más español o más catalán. Por supuesto también creo en la libertad de expresión, en el derecho al voto, en la DEMOCRACIA. Por eso para mí los lazos amarillos son un signo más de expresión como cualquier otro.