Yo pongo las manos y los ojos, tú dame la voz para contarlo. Los detalles corren de tu cuenta, de la forma yo me encargo;
tú pon latidos ahí, que yo traeré el corazón parado. La historia es cosa tuya, yo soy el relato;
tú eres la historia que narrar, yo soy quien te narro y aquí mismo te propongo otro acuerdo en este trato... Yo seré un folio en blanco, tú serás un diccionario... y cuando quieras escribir, de las palabras yo me encargo.
Últimamente se me está yendo la pinza de una manera...