Le Llamaban Sanidad
Publicado el 04 octubre 2010 por Jmbigas
@jmbigas
Quiero suponer que el resultado de las Primarias de Madrid habrá representado una sorpresa (desagradable) para Ferraz. Porque nadie se mete en una guerra así si no está convencido, de verdad, de que la va a ganar. Y la han perdido.
Trinidad Jiménez, votando en las Primarias
(Fuente: Qué)
Veremos lo que dicen ahora Blanco y Rubalcaba, los que más enérgicos estuvieron en contra de Tomás Gómez y en favor de Trinidad. Zapatero, ni está ni se le espera.Al final, poco más de quinientos votos, sobre un total de siete mil y pico de cada candidato, han decidido la suerte. Curiosamente, una diferencia parecida a la del número de avales de cada candidato (seis mil y pico, en este caso).Estoy bastante convencido de que los que han votado a Trinidad lo habrán hecho con su mejor buena fe, creyendo los argumentos de Ferraz (y de Zapatero), en el sentido de que quizá Trinidad Jiménez tiene más repercusión pública, y quizá podría tener menos complicado arrebatarle la Comunidad de Madrid a Doña Esperanza.Entre los que han votado a Tomás Gómez, los habrá convencidos de que Tomás es el mejor candidato. Pero también los habrá que le han votado para manifestar su oposición a la injerencia (bastante impresentable) del aparato nacional sobre el Partido Socialista de Madrid. Y algunos otros que habrán querido insinuar que su no a Trinidad es un no a Zapatero, cada vez más en entredicho, incluso entre las propias filas socialistas.Torpe movimiento el de Ferraz, que ha sumado a varios colectivos en contra de su protegida Trinidad. Personalmente, creo que sólo se puede adoptar una posición de fuerza si el resultado depende de ella. Por eso sostengo que es inútil (absurdo, estulto) iniciar una guerra (o meterse en ella) si no se está seguro de que se va a ganar.Ahora Trinidad Jiménez, con una trayectoria política bastante pulida, y una lealtad (hasta ahora) más allá de toda duda, queda bastante desprestigiada, teñida por una pátina de perdedora en las elecciones. Ya perdió la Alcaldía de Madrid, cuando la chupa de cuero. Le honra el haberse hecho la foto con el Tomás ganador ayer por la noche (una vez más, manifestando su lealtad al Partido y a los procedimientos democráticos).Le llamaban Trinidad, o le llamaban Sanidad. Pero Tomás Gómez/Bud Spencer le ha arreado un guantazo que la ha dejado noqueada. ¿Qué hará ahora?. Normalmente, seguir de Ministra de Sanidad, mientras Zapatero quiera y pueda mantenerla. ¿Y en Madrid?. Hacer un discreto mutis por el foro que no se note mucho, quizá. O trabajar, de verdad, junto a Tomás para conseguir un cambio de gobierno en la Comunidad de Madrid, podría ser.Personalmente, Tomás Gómez me cae bien. Es un político discreto, por lo que se dice, bastante eficiente en sus acciones. Le ha perjudicado no tener escaño en la Asamblea Regional, lo que le ha restado visibilidad. Pero las primarias se la han dado con creces (debería dar gracias a Ferraz por ello; intuyo que lo tiene claro, y que igual ya lo ha hecho). No es un político de carisma, lo que algunos le echan en cara. Personalmente, los políticos con carisma me obligan a realizar segundas lecturas. Porque el carisma a menudo son las lentejuelas y los focos con que se oculta la tapicería gastada del sofá, o las ineficiencias de gestión, cuando no las corrupciones más abyectas.Me gustan los políticos eficaces, honestos y con carisma. Pero si debo renunciar a algo, los prefiero sin carisma, que ineficaces o corruptos.Y, ahora, Tomás, a por la Comunidad de Madrid, que no será nada fácil. No creo que Doña Esperanza lo esté haciendo completamente mal, porque es un animal político de primer orden. Pero ha habido (¿hay?) corruptelas sobre las que se ha corrido un tupido velo a base de carisma, y hay muchos temas manifiestamente mejorables, que apestan a la Derechona más rancia.
Tomás Gómez, vencedor en las Primarias de Madrid
(Autor: Emilio Naranjo, EFE)
(Fuente: La Voz de Galicia)
Aunque sólo fuera por motivos de higiene política, dieciséis años la Comunidad en manos del PP ya son más que suficientes. Hace falta renovación, aires nuevos. Abrir las ventanas y levantar las alfombras. Y Tomás Gómez puede encarnar ese cambio. ¡¡¡Buena Suerte!!!.Espero que Ferraz no sea (no vuelva a ser) un palo en las ruedas para ese objetivo, que es el más importante en el corto plazo. Que cuando abren la boca, sube el pan.Veremos lo que nos deparan los próximos meses.JMBA