Marcel Lévesque, un perspicaz e inteligente vendedor de coches a punto de jubilarse, vive únicamente para tres cosas: su trabajo, su hija y su nieto. Ha sido “vendedor del mes” durante 16 años en el concesionario donde ha trabajado toda su carrera, en una decadente ciudad industrial.
Durante un interminable invierno, mientras la importante fábrica local de papel despide a más y más trabajadores, Marcel únicamente tiene una cosa en mente: conseguir vender sus adorados coches americanos en su nevado concesionario. Un día, vende un nuevo y flamante pick-up a Françoise Paradis, uno de los empleados despedidos de la fábrica, lo que conlleva graves consecuencias que Marcel nunca pudo imaginar.
Una película sobre alienación, humanidad y el arte de vender coches.