Lean y Coaching para venirse arriba y conseguir objetivos

Por Carlos Carlos L, Marco Ortega @carlosmarco22

La filosofía Lean o la mejora continua, centra sus estrategias en aprovechar al máximo los recursos disponibles, trata de optimizar al límite los procesos y, sobre todo, se apoya en el único y más preciado recurso que tiene, las personas.

El objetivo final de la mejora continua no es solo mejorar, sino asegurar que los pasos que se dan, sean seguros y no se retroceda. Esta filosofía, no sólo mejora los resultados a nivel empresarial sino que provoca el cambio cultural buscado en la organización y crea una filosofía basada en la motivación e implicación.

Si las empresas son personas, y las personas aplican las herramientas de la metodología Lean para alcanzar los objetivos marcados. ¿Porqué no aplicar estas metodologías a nivel personal en nuestro día a día?

Una de las claves en cuanto alcanzar objetivos, radica en asegurar la sostenibilidad en el tiempo y en asumir que la mejora sea infinita. Para ello, en la mejora del rendimiento empresarial, se utilizan indicadores, métodos y sobretodo herramientas de medición para ir constantemente comprobando si vamos por buen camino.

Una de las herramientas utilizadas en la mejora del rendimiento en las organizaciones que aplican la mejora continua es:

el Ciclo PDCA (Plan, Do, Check, Act).

Las claves para el éxito en estas 4 fases son:

Fase Plan: elegir un problema y fijar un objetivo, entender bien la situación con datos, eliminar todas las anomalías, analizar la causa raíz, encontrar las mejores soluciones y diseñar el plan de implementación.

Fase Do (hacer): ejecutar el plan trazado en la fase primera de plan con rigor y seguimiento.

Fase Check (comprobar): comprobación de la realización de las acciones y de la consecución de los resultados mediante los indicadores selccionados.

Fase Act (estandarización): una vez los resultados conseguidos se han validado, debemos estandarizar las soluciones con el fin de trasladar las buenas prácticas al resto de las instalaciones.

Una vez vista esta sencilla y útil metodología que se utiliza a nivel empresarial ¿Cómo podemos llevar estas herramientas a nivel personal para nuestros objetivos día a día? ¿Qué métodos hay a nivel personal en coaching que nos recuerdan al PDCA?

Pues un buen método, básico, sencillo es el método GROW (crecer).

1- Goal, el objetivo. ¿Qué queremos alcanzar o mejorar? y sobretodo ¿Para qué lo quieres alcanzar?

2- Reality, la realidad. ¿Cuál es la situación actual real, qué pasa o qué estoy haciendo en estos momentos respecto a lo que quiero alcanzar? ¿Qué he hecho hasta ahora y qué me falta probar para acercarme a mi objetivo?

3- Options, posibilidades. ¿Qué opciones o alternativas tengo al enfoque que le estoy dando? ¿Voy a necesitar ayuda externa? ¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes de estas opciones elegidas?

4- Will, voluntad. ¿Qué planes de acción voy a llevar a cabo? ¿Estoy comprometido con ello? ¿Cuándo empiezo y qué necesito para empezar? ¿Cuál es mi planificación en el tiempo para ir llevando a cabo las acciones propuestas? ¿Cómo mido mi avance? ¿Qué voy a hacer con los abstáculos que se me puedan presentar?

¿Cuándo empezamos? Seguro que hoy es uno de esos días que te has levantado con el guapo subido, te has venido arriba, te sientes empoderado y con energía, así que el momento de empezar es NOW! (ahora).

A la hora de definir nuestro objetivo conviene tener en cuenta la metodología SMART, este acrónimo nos ayudará a definir nuestro objetivo para que sea:

S pecific (específico). En esta etapa conviene realizar un análisis D.A.F.O para sabér qué quiero y para qué, si hay alguien involucrado en la consecución de mi objetivo, en cuánto tiempo voy a alcanzarlo y cuáles son mis puntos fuertes y débiles, mis amenzas y oportunidades.

M esurable (medible). Un objetivo medible por ejemplo sería: quiero adelgazar 5kilos, en vez de plantearlo de forma abstracta, quiero perder peso. Esto es importante para establecer indicadores e ir marcándonos acciones en el tiempo, sino caemos en una interpretación subjetiva, se pierde el interés y la motivación.

A chievable (alcanzable). El objetivo ha de ser retante y sabes que puedes conseguirlo aunque tendrás que salir de tu zona de confort. De lo contrario si es algo imposible de alcanzar te frustrarás. Ver qué habilidades tienes para ello y si hay algunas que tienes que aprender a desarrollar. En este punto derribar creencias limitantes es importante.

R ealistic (realista). Hay objetivos que pueden ser alcanzables pero no realistas. En este punto tenemos que ser conscientes de si el reto va acorde a mis principios y valores, con mi visión de la vida. Entrar en conflicto o lucha interna con un objetivo que va en contra de tus valores es contraproducente. En este línea entremos en la ética y la ecología, sobretodo mental.

T ime (tiempo). Define el plazo concreto para alcanzar tu objetivo y ten en cuenta que no sea ni muy corto para crearte mucho estrés ni muy largo para que te disperses y caigas en la procrastinación. Segmenta en pequeños trozos o pasos y en cada uno de ellos ve avanzando hacia tu faro. Para conseguir un gran HITO hay que ir pas-hito a pas-hito.

Y recuerda, la gota de agua perfora la roca, no por su fuerza sino por su constancia.

Ánimo!

Fuente: LeanSis Productividad.

C. Marco