Lebreles y diamantes

Publicado el 29 octubre 2014 por Magik
Señores responsables de la televisión española, renovad Los misterios de Laura por una cuarta temporada, coña ya.
Bueno, en realidad esta entrada no va sobre eso, pero nunca está de más pedir la renovación de Los misterios de Laura porque es una maravilla de serie que se merece la cuarta temporada y las que sean menester. La cuestión es que al otro lado del charco, los americanos se han dado cuenta de que Los misterios de Laura es muy grande y han decidido adaptarla. Y como sus traductores de títulos no son tan imaginativos como los nuestros, lo han hecho bajo el título The mysteries of Laura.

Increíble. Lo sé.
La crítica la vapuleó vilmente, aunque la audiencia está respondiendo bastante bien y, de hecho, la NBC le ha dado la temporada completa. Y aprovechando eso, pues he decidido hablar de The mysteries of Laura y las diferencias que hay entre ambas versiones, matizando un poco. Quiero decir, que con la americana es muy americana, ya acabaría, pero veamos por qué exactamente.
Más acción, menos rompecabezas
Básicamente The mysteries of Laura es Los misterios de Laura for dummies, vamos, que es como la versión sencilla de nuestra serie. La gracia de Los misterios de Laura es que cada episodio es un misterio único, abre un universo durante un episodio y te ofrece un asesinado en apariencia imposible, por lo que no sólo debes adivinar quién es el asesino, sino que, en muchas ocasiones, puedes teorizar sobre el cómo o el por qué.

En la versión americana no hay ese juego con el espectador: no se presentan a los sospechosos, ni se van dando pistas para que adivine qué ha ocurrido, sino que se limitan a darnos una investigación muy mascada que acaba de una manera bastante predecible; todo eso, repitiendo el mismo esquema en todos sus episodios. De hecho, mientras que la Lebrel se sirve de su ingenio y de evidencias a lo Sherlock Holmes su prima americana lo hace con los típicos recursos de procedimental americano: pruebas forenses, compañeros especialistas en ordenadores y demás.
De ahí que The mysteries of Laura no sólo sea menos interesante, sino que también es menos entretenida y adictiva y no tiene el encanto que tiene la original. ¿Que se deja ver? Desde luego, pero es lo que cojea y que hace que no sea una adaptación en condiciones. Que sí, la duración no es la misma, pero, por ejemplo, en Castle sí que se las apañan para dar casos interesantes, diferentes y más elaborados.
Los hombres de Laura
En realidad, todos los personajes de la americana son distintos a los de la española, pero el cambio más radical y que más me chocó ha sido lo que han hecho con Jake.
En Los misterios de Laura, nuestra protagonista está rodeada de cuatro hombres, dos, si ignoramos a sus hijos gemelos: su ex-marido Jacobo y su compañero Martín. Mientras que en la original, Jacobo no es un hombre perfecto, pero tampoco es un jeta o un mal hombre, sino uno que pasó por la crisis de los cuarenta y la cagó estrepitosamente, en The mysteries of Laura Jake es el caradura más grande habido y por haber. A decir verdad, es como si hubieran cogido las peores características de Jacobo y de Martín y las hubieran fusionado en Jake.

Ojo, eso no es malo. De hecho, en todos los episodios emitidos, Jake ha sido uno de los personajes mejor perfilados y de quien más facetas están mostrando. En los primeros, era un caradura tremendo, de los que te dan ganas de echarle a patadas de la serie, pero han ido mostrando otros rasgos de su personalidad y lo han ido humanizando poco a poco: la genuina preocupación por Laura, el renunciar a que adorada cafetera para contratar a Max...
No tan beneficiado ha resultado la contrapartida americana de Martín, que es tan random que no recuerdo ni su nombre. Es que, de hecho, es el único personaje que no tiene personalidad, es el típico compañero de policía. Sin más. Básicamente su única labor en el grupo es chapurrear español de vez en cuando.
Bueno, y empezar a tener una tensión sexual no resuelta por Meredith, que vendría a ser la versión americana de Lidia. Porque, eh, yo lo veo: están teniendo más escenas juntos que Martín-americano (en serio, tengo que aprenderme su nombre) con Laura y sí que se ve que él empieza a admirar a Meredith, que, precisamente, es lo que caracteriza a nuestro Martín con respecto a nuestra Laura.
Friends
Lo que sí que caracteriza a los protagonistas americanos es que entre ellos se llevan mejor que los nuestros. En Los misterios de Laura, no hay ese sentimiento de unidad: Jacobo es el jefe y por eso pone distancia con los demás, Lidia y Laura no se llevan bien... Sin embargo, los americanos sí que dan esa sensación de camaradería que funciona bastante bien. Mientras que los nuestros apenas trabajan juntos, ellos sí que han tenido escenas en las que trabajan en el caso todos a la vez y le da un encanto distinto.

La verdad es que es un contraste curioso y queda tan distinto que es algo que me gusta ver en ambas series.
Laura
La principal diferente. La Laura Lebrel de María Pujalte es muy distinta a la Laura Diamond de Debra Messing. Ambas comparten la situación: madre de gemelos diabólicos, recién divorciadas, policías cuyo jefe es su ex-marido... Sin embargo, el carácter de una no tiene que ver con el de la otra. La Lebrel es muy de andar por casa, una mente maravillosa tras un aspecto despistado y afable, mientras que la Diamond es segura de sí misma, descarada, sexy y brusca.
La nuestra no tira de pistola, pero la americana lo hace a la primera, al igual que perseguir a sospechosos y demás tópicos del género.
Ambas actrices están estupendas y, la verdad, se entiende el cambio de una Laura a otra, ya que Debra Messing y María Pujalte son dos actrices muy distintas. Ambas tienen vis cómica, pero Debra Messing nunca conseguirá que quieras achucharla nada más verla, como sí le ocurre a María Pujalte. Mientras que ésta última no podría pasar por esa especie de mujer fatal que, a veces, es Laura Diamond.

Pero, vamos, que aunque la prima americana no está mal, yo me quedo sin asomo de duda con nuestra Lebrel. Los misterios de Laura es una serie muy superior a su adaptación, menos original y más tópica. No sé, básicamente me repito con lo primero, es como muy leve y muy repetitiva en sus estructuras. Hay muchísimos misterios de la española que recuerdo, que me llamaron la atención por lo distinto de su planteamiento: el del hombre desmemoriado, el del mago, esa versión de Diez negritos, el de la cápsula del tiempo, el del hombre que dice que le han cambiado a la mujer...
De acuerdo que debido a su duración, nunca van a poder crear esos casos enrevesados que tan bien les quedan a Javier Holgado y Carlos Vila, pero deberían complicarlos un poco más e intentar hacer partícipe al espectador de la investigación. Venga, que Jessica Fletcher lo hacía, así que estos lo pueden hacer también.
Y, de nuevo, suplico: señores de Televisión Española, ¡renovadla de una puñetera vez! Oye, se supone que TVE es de todos, ¿no? ¡Pues dadnos lo que queremos!