La propina no podía ser más que la "Danza rusa" (Trepak) de El Cascanueces, ya totalmente entregado el público tras la tensión de "La Quinta" y auténtico fuego de artificio a cargo de orquesta y director, con un tempo imposible de bailar pero agradecido de escuchar.
La propina no podía ser más que la "Danza rusa" (Trepak) de El Cascanueces, ya totalmente entregado el público tras la tensión de "La Quinta" y auténtico fuego de artificio a cargo de orquesta y director, con un tempo imposible de bailar pero agradecido de escuchar.