Lección de abuso y cinismo

Publicado el 28 enero 2012 por Monpalentina @FFroi

La historia se repite. Se repiten las canciones, las frases, los anhelos. La vida a nuestro alrededor, en realidad, cambia menos de lo que confesamos; o cambia, pero con idénticos vicios. Un seguidor y amigo me hace llegar a propósito de ésto, de lo que parece ya la insoslayable subida de impuestos y, en general,  a propósito de tantos malos ejemplos como hemos venido padeciendo de la clase política, el diálogo entre el ministro Colbert y el cardenal y político Mazarino durante el reinado de Luís XIV de Francia, el ‘Rey Sol’.
¡Hace más de cuatrocientos años!
  • Colbert: 
Para conseguir dinero, hay un momento en que engañar al contribuyente ya no es posible. Me gustaría, Señor Superintendente, que me explicara cómo es posible continuar gastando cuando ya se está endeudado hasta al cuello...
  •  Mazarino: 

Si se es un simple mortal, claro está, cuando se está cubierto de deudas, se va a parar a la prisión.  ¡Pero el Estado...! ¡Cuando se habla del Estado, eso ya es distinto!  No se puede mandar el Estado a prisión.  Por lo tanto, el Estado puede continuar endeudándose. ¡Todos los Estados lo hacen!
  •  Colbert: 
¿Ah sí? ¿Usted piensa eso?   Con todo, precisamos de dinero, ¿y cómo hemos de obtenerlo si ya creamos todos los impuestos imaginables?
  •  Mazarino: 
Se crean otros.
  •  Colbert: 
¡Pero ya no podemos lanzar más impuestos sobre los pobres!.
  •  Mazarino: 
Es cierto, eso ya no es posible.
  •  Colbert: 
Entonces, ¿sobre los ricos?
  • Mazarino: 
Sobre los ricos tampoco. Ellos no gastarían más y un rico que no gasta, no deja vivir a centenares de pobres. Un rico que gasta, sí.
  •  Colbert: 
Entonces, ¿cómo hemos de hacer?
  • Mazarino:
Colbert, ¡tú piensas como un queso de Gruyere o como un orinal de enfermo! Hay una cantidad enorme de gente entre los ricos y los pobres. Son todos aquellos que trabajan soñando en llegar algún día a enriquecerse y temiendo llegar a ser pobres. Es a esos a los que debemos gravar con más impuestos..., cada vez más..., ¡siempre más! A esos, ¡cuánto más les quitemos, más trabajarán para compensar lo que les quitamos! ¡Son una reserva inagotable!