Lecciones para nunca olvidar

Publicado el 22 diciembre 2024 por Jmartoranoster

Franklin González

«Las palabras no son ni inocentes ni impunes, por eso hay que tener muchísimo cuidado con ellas, porque si no las respetamos, no nos respetamos a nosotros mismos»

(José Saramago)

El 10 de enero toma posesión para un nuevo periodo gubernamental, Nicolás Maduro Moros, en Venezuela, y el 20, del mismo mes, lo hace Donald Trump en Estados Unidos.

Las especulaciones y los pronósticos que se hacen sobre ambos eventos son de monta mayor, sobre todo en relación con la asunción del presidente electo de Venezuela, donde se construyen escenarios catastróficos.

En el marco de esas especulaciones queremos rescatar algunas lecciones que nunca deben olvidarse.

De Simón Bolívar

Del Libertador de América y genio de todos los tiempos, Simón Bolívar, rescatamos las siguientes frases:

– «Convidar a los Estados Unidos para aparentar desprendimiento y animar a los convidados: después que estemos reunidos será la fiesta de los Lapitas y ahí entrará el león a comerse a los convivos».

– «No podemos permitir que los Estados Unidos participen en nuestros asuntos hispanoamericanos. Invitar a los Estados Unidos al seno de nuestra organización, donde se debate el destino de nuestros pueblos, es como invitar al gato a la fiesta de los ratones».

– «Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miseria a nombre de la libertad».

Del Ernesto «Che» Guevara

-«La bestialidad imperialista, que no tiene una frontera, ni pertenece a un país determinado, y la estatua a Lumumba, hoy destruida, pero mañana reconstruida, nos recuerda que no se puede confiar en el imperialismo ni tantito así, nada».

De Fidel Castro

«Cada gobernante de los Estados Unidos tiene una frase retórica para América Latina o para el mundo: uno habló del buen vecino; otro de la Alianza para el Progreso; ahora la consigna son los derechos humanos. Nada cambió en su política hacia el hemisferio y el mundo, todo quedó igual; siempre prevaleció la diplomacia de las cañoneras y el dólar, la ley del más fuerte. Las frases son tan efímeras como las administraciones. Lo único perdurable en la política yanqui es la mentira».

De Jeffrey Sachs

El reconocido economista estadounidense, Jeffrey Sachs, dirá: «Hacemos muchas cosas tristes y muchas cosas destructivas, muchas guerras. Somos el país de la guerra perpetua».

De Morris Berman

Según el escritor de EEUU, Morris Berman, en el folleto: Localizar al enemigo. Mito versus realidad de la política exterior de EE.UU.,en el transcurrir del tiempo, EEUU ha operado con lo que Georg Friedrich Hegel llamó, en Dialéctica del amo y el esclavo, la «identidad negativa, donde la identidad de uno de los dos viene dada por la negación de la del otro».

De allí que se podría afirmar que EE.UU. ha tenido una identidad por lo que no es y además combatiendo contra ese «enemigo», haciéndolo siempre «por sus intereses, sus creencias y sus ambiciones». Primero, contra los que se oponían a su independencia en 1775; luego, por «el honor y el comercio» en 1812; por territorio en 1846; por humanidad, expansión e imperio en 1898, por «el derecho a la neutralidad» en 1917 y por la seguridad nacional en 1941. Y a partir de 1945 contra el comunismo, a través de la contención y la disuasión, que significó lo contrario a la «democracia y la libertad occidental».

Luego, ante el derrumbe del «campo socialista» y del «comunismo soviético», los sucesos del 11/09/2001 hicieron surgir uno nuevo, difuso, sin rostro, sin aposento nacional pero que le produjo mucho daño en sus propias entrañas: el terrorismo.

Venezuela en ese contexto

En el Continente Americano, EEUU, por ejemplo, desde el año 1959, siempre ha tenido como enemigo a Cuba, pero de repente apareció otro enemigo: Venezuela, que, además, se encuentra en el radar de operaciones intervencionistas. Con nuestro país han sido muy claro y como «hegemón benevolente», han afirmado: «apoyaremos a los ciudadanos de aquellos países donde el ejercicio pleno de la democracia está en riesgo, tales como Venezuela».

Por eso, desde el golpe de Estado el 11/04/2002, contra Venezuela vienen privilegiado el instrumento de la guerra, en sus distintas modalidades, acompañado con el tema de los derechos humanos como otros de los valores que, dicen, está obligado a «defender» en el mundo. Para esto último, utilizan Organizaciones No Gubernamentales, para que digan y repitan que en Venezuela se violan sistemáticamente los derechos humanos en la aplicación de la justicia penal, así como en sus políticas migratorias y de seguridad nacional.

Después llegaron al paroxismo con la «Orden Ejecutiva» del 09/03/2015 y declararon a Venezuela una «inusual y extraordinaria amenaza para la seguridad y la política exterior de ese país». Desde entonces, han combinado la «zanahoria» con el «garrote». En ese sentido, vale la pena recordar, como diría Sherman Kent en su libro Inteligencia Estratégica para la Política Mundial Norteamericanaque la guerra no necesariamente es convencional. Las hay también en el campo de la política y la economía, y en este último campo se combinan distintas fórmulas: el bloqueo, la congelación de fondos, el boicot, el embargo, la lista negra, los subsidios, los empréstitos, los tratados bilaterales, etc. que buscan debilitar la voluntad y la capacidad de resistencia del enemigo y fortalecer la propia voluntad y capacidad para vencer. A esta lista debe agregarse el robo descarado contra propiedades del estado venezolano

Así que, como el «todopoderoso del norte» necesita «Localizar al enemigo», Venezuela se convirtió en una buena excusa dizque por la «erosión de los derechos humanos, la restricción de la libertad de prensa y la exacerbada presencia de una significativa corrupción pública». Pero, además, desde el punto de vista geopolítico, se «convirtió en un mal ejemplo» para la democracia «de pesos y contrapesos «al levantar las tesis de la democracia participativa y protagónica. Se atrevió a desafiar un proyecto societal y neoliberal para todo el Continente Americano, como el Área de Libre Comercio para Las Américas (ALCA), y levantar propuestas y alternativas que dirigen la atención a mecanismos de integración más consustanciados con los intereses de los pueblos, como La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos o ALBA-TCP, la Unión de Naciones Suramericana (UNASUR). Petrocaribe y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

De allí que todas son lecciones para nunca olvidar

Doctor en Ciencias Sociales, UCV. Sociólogo, Profesor Titular, Ex Director de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV. Profesor de Postgrado en la UCV, la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela y en el Instituto de Altos Estudios ?Pedro Gual? del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores. Fue embajador en Polonia, Uruguay y Grecia.

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