Lecciones que nos da la Vida: Los Ingenieros Industriales apoyan al Ministro Wert en su intento de reimplantar la cultura del Esfuerzo

Desde las organizaciones profesionales de la Ingeniería Industrial viene defendiéndose y reclamándose desde ya hace tiempo la necesidad de reimplantar la cultura del esfuerzo en nuestro país y, especialmente, en el sistema universitario. 
Sobradamente conocidas son la diversidad de actuaciones judiciales que, desde sus instituciones profesionales, han emprendido contra las Universidades y el Ministerio de Educación por las discrepancias que mantienen con la forma en la que se ha realizado la adaptación a Bolonia de los estudios universitarios de Ingeniería en nuestro país, que consideran ya está poniendo en serio peligro su prestigio futuro.
Pese a ello y tras contemplar con perplejidad la oposición de los Rectores y Consejeros de Educación a la propuesta del Ministro Wert, de que debiera disponerse de una nota mínima como requisito para poder acceder a cursar estudios universitarios con beca, ayer no dudaron en remitir un escrito al Ministro transmitiéndole el respaldo y apoyo de sus instituciones profesionales a dicha propuesta, por considerar que ésta contribuiría a reimplantar la cultura del esfuerzo.
En su escrito aprovechan para recordarle al Ministro que ya el pasado 21 de marzo le plantearon la posibilidad de extender la agrupación de las solicitudes de quienes opten a cursar estudios de Medicina, aprobada en la Conferencia de Política Universitaria de marzo, a todas las profesiones reguladas, pues, al igual que ahora ha manifestado el Ministro, y en línea con lo que también se recoge en el Informe elaborado por la Comisión de Expertos para la Reforma del Sistema Universitario, desde el punto de vista de la profesión se comparte la necesidad de racionalizar, no solo la multiplicidad de Universidades y estudios, sino de forma más imperiosa y urgente aún la conveniencia de adaptar la oferta de plazas en los estudios de Ingeniería Industrial de las Universidades españolas con las demandas reales de empleabilidad y sus previsiones de futuro. 
Argumentan, recurriendo a datos publicados la pasada semana relativos a los estudios de Arquitectura, que resulta insostenible un modelo que ha posibilitado que, mientras los expertos consideran como razonable una tasa de 0.3 Arquitectos por cada 1000 habitantes, en España no solo poseamos ya un ratio de 1.2, encima con el 41% de los colegiados en paro en la actualidad, sino que, según las previsiones, en los próximos 6 años, considerando los estudiantes actualmente matriculados en las 32 Escuelas de Arquitectura, el colectivo pasará de los 53.000 Arquitectos actuales a más de 80.000. Situación que, pese a su dramatismo, no puede servir de base para, como algunos ahora pretenden, mantener ciertas reservas de actividad exclusivas en el ámbito de la edificación, difícilmente justificables en nuestro actual contexto europeo.
Datos tan relevadores llevan a los Ingenieros a argumentarle al Ministro que la determinación de la oferta de plazas no puede quedar como responsabilidad exclusiva de las Universidades -pues los hechos parecen evidenciar que en éstas ha primado más la rentabilización de la ocupación de las aulas disponibles que las evoluciones de empleabilidad del mercado-, ni de unos Gobiernos Regionales, que parecen no haber dudado tampoco en autorizar los incrementos propuestos por las Universidades, siempre que no les supusieran aumentos en coste de profesorado. 
Argumentan que “los españoles no podemos permitirnos el lujo de continuar financiando, con nuestros impuestos, la formación de un exceso de universitarios que, al finalizar su carrera, al encontrarse sin posibilidades de empleabilidad en España, a lo más que pueden aspirar es a un subempleo, o, en el mejor de los casos, a emigrar a otros países, que lógicamente los reciben encantados, pues, sin necesidad de haber invertido recursos económicos algunos en su formación, pueden así disponer de una mano de obra cualificada, con la que contribuyen a progreso de sus economías, lógicamente con un detrimento aún mayor de la nuestra”. 
Si bien respaldan la medida del Ministro, por considerarla un primer paso, finalizan sugiriendo un modelo de becas aún más ambicioso “Sin duda contribuiría a valorizar nuevamente el esfuerzo previo de quienes pretendan acceder a la Universidad, conscientes de que serán sus calificaciones las que les determinarán, no solo la posibilidad de acceder a la carrera deseada, sino al Centro más prestigioso en la que cursarla, sobre la base de una política de becas cuyos importes, a diferencia de la actual, deberían resulten diferentes para cada estudiante a resultas de una conjugación del nivel de renta familiar, las calificaciones obtenidas y el Centro en el que se cursen los estudios. Y lógicamente, manteniendo como eje central, las capacidades demostradas por los estudiantes que permitan asegurar el retorno más productivo posible de las inversiones económicas que los ciudadanos realicemos en su formación con nuestros impuestos”.
Esgrimiendo la frase “la Universidad debe estar al servicio de la sociedad, no de sí misma”, contenida en el propio Informe de la Comisión de Expertos, los Ingenieros Industriales demandan al Ministro que no reitere los errores cometidos por sus antecesores, de quienes afirman no tuvieron en consideración en la reforma de estudios que habilitan para el ejercicio de profesiones las propuestas de quienes realmente las conocen y ejercen, a la vista de que, parte importante de la responsabilidad en la que se encuentra actualmente el sistema universitario español es resultado de las decisiones emprendidas por las propias Universidades.
Fuente: Consejo General de Colegios Oficiales. Federación de Asociaciones Ingenieros Industriales de España.
C. Marco