Lecciones que nos da la Vida: Sacúdete, Grita, Baila y Exprímete

Por Carlos Carlos L, Marco Ortega @carlosmarco22

 
Si necesitamos manifestar nuestras emociones, y nos sentimos alegres, hagámoslo con plenitud, con fuerza. Si por el contrario, nos invade la desesperanza y la tristeza, no escondamos lágrimas en soledad, compartámoslas, demostremos a quienes nos rodean que cuando deseamos cantar lo hacemos con pasión, sin susurros (por mucho que desafinemos). Saltemos, bailemos como si creyéramos que nadie nos observa.
Vivimos, o más bien sobrevivimos, adaptándonos a un entorno que restringe la espontaneidad, que limita nuestra naturalidad y que frena características innatas que no nos permiten demostrar como seriamos en estado puro.
No se trata de no respetar normas, obviar libertades ajenas, o tratar de parecer "naturales", convirtiéndonos en "histriónicos" o "extravagantes" para que nuestro entorno deposite su atención en nosotros.

Se trata de no almacenar o abandonar en nuestro interior, la expresión más sincera y pura que habita en nuestro carácter. Somos seres individuales y únicos. Expresémonos y alejémonos de la contaminación cotidiana que controla y frena nuestros sentidos, pensamientos, reflejos etc.
Variar, reprimir, o modular nuestros sentimientos permanentemente es un gran error. Tal vez expresar nuestro sentir más profundo y primitivo, nos libre de prejuicios y sorprenda a todos cuantos nos rodean, pero al menos admirarán nuestro coraje y valentía... probablemente porque ellos jamás se atreverían a llevarlo a cabo.
Fuente: La Mente es Maravillosa.