Después de mucho tiempo sin publicar nada por distintos motivos (falta de tiempo, falta de ideas, etc.) recomienzo este tiempo de parón del blog con una receta muy rica, muy sana y muy fácil: "Leche de almendras".
Cada vez es más frecuente oír a personas que por diversos motivos no aceptan la leche de vaca: bien por intolerancias o alergias, bien por enfermedades raras que no les permiten su uso, bien por motivos ideológicos (vegetarianismo por ejemplo) o bien porque se están poniendo muy de moda y en todos los supermercados tenemos una gran oferta de este tipo de leches. Me gustaría que esta entrada fuera la primera de varias ya que tengo en mente hacer leche de soja, de avena, de arroz, de sésamo, etc. e irlas publicando.
Además de estar realmente buena la leche de almendras tiene muchas propiedades beneficiosas para nuestra salud como por ejemplo: ayudar a reducir los niveles de colesterol, es muy baja en sodio, es una fuente importante de vitaminas B1, B2 y E; tiene una cantidad muy importante de calcio, tiene propiedades digestivas estando muy recomendada para personas que sufren de estreñimiento ya que contiene mucha fibra y un largo etcétera.
Ingredientes (para 1 litro de leche de almendras)
- 100 gr. de almendras crudas sin pelar
- 1 litro de agua
- 1 sobre de azúcar avainillada, o esencia de vainilla, o canela.
- 100 gr de azúcar.
Necesitamos una batidora, preferiblemente de vaso, y si es muy potente (tipo Thermomix) pues mejor que mejor, supongo que con una batidora tipo minipimer serviría pero yo no lo he probado. También necesitamos una gasa para colar la leche o una manga de tela de colar cafe de toda la vida o como yo mejor me apaño: una media de esas cortas de malla fina.
Ponemos a remojo en agua fría las almendras durante 8-12 horas (mejor toda la noche). Tiramos el agua del remojo y las pelamos. Las ponemos en el vaso de la batidora junto con el agua, el azúcar y el aroma que más nos guste y trituramos durante 2 ó 3 minutos. Colamos la leche a través de la gasa, media o manga exprimiéndola, o mejor dicho, "ordeñándola" para que quede todo el resto de almendra triturada por un lado y la leche bien filtrada por otro.
Y ya tenemos nuestra leche de almendras, la metemos en la nevera y bien fresquita está deliciosa aunque se puede tomar como más guste. No tiréis la pasta de almendras que nos queda ya que podemos utilizarla para hacer unas galletas como las que he puesto en las fotos que pondré en la próxima entrada. Esta leche en la nevera puede durar perfectamente 3 ó 4 días aunque os aseguro que no va a durar tanto tiempo y menos con los calores que se nos avecinan.
Espero que os guste.