Me encanta la avena, la he descubierto hace poco, y me rechifla, además tiene un montón de propiedades, entre otras, aporta mucha energía, con lo cual es genial para desayunar, ayuda a reducir el colesterol, mejora el sistema inmunológico y tiene mejora la piel.
A mi como más me gusta es en porridge para desayunar (os pondré la receta si queréis), y acompañando fruta con yogur o batidos de frutas naturales.
Como me gusta tanto decidí hacer leche de avena, con pocos ingredientes queda una bebida que a mi me recuerda un poquito a la horchata, por tanto me encanta, aunque es cierto que me quedé un poquito corta de dulce. Os dejo cómo la hice.
La noche anterior, poner la avena con el litro de agua. Tenerlo unas ocho horas. A la mañana siguiente poner la avena con su agua en el vaso de la batidora, añadir la miel y el extracto de vainilla y mezclar todo hasta obtener una mezcla homogénea.
Colar bien con la ayuda de un colador muy fino. Llevar a la nevera, está mejor fresquita.
Se conserva bien hasta 72 horas.