Leche frita casera paso a paso

Por Soyelchencho @recetassenor

La leche frita es el postre casero favorito de mi padre y la verdad que era imposible que no tuviera un hueco en mi recetario. Esta receta tradicional tiene su secreto, pero cuando le pillas el trucos, te sale una leche frita perfecta. Es una receta que lleva su tiempo, porque se tiene que hacer poco a poco, es muy lenta de hacer pero el resultado es inmejorable.

Cuando hablamos de recetas de postres tradicionales españoles no podemos olvidarnos de las torrijas por ejemplo. Este postre se asemeja mucho a las torrijas de semana santa y además tradicionalmente se suele consumir en esta época del año.

Ahora que se acerca la semana santa podemos también mencionar los buñuelos de viento, muy fáciles de hacer o las riquísimas rosquillas de anís (estás con un poco más de trabajo). Y ya para terminar de mencionar algunos postre donde la canela y el limón ayudan a aromatizar, no podemos olvidarnos del tradicional arroz con leche, un clásico de las abuelas los domingos.

Si lo hacéis despacito y con buena letra os saldrá un leche frita casera espectacular. También he de decir que si al principio no le cogéis el punto de cremosidad no os preocupéis ya que yo a veces me ha costado pillarle este punto al postre.

Ingredientes para hacer leche frita

  • 500 ml de leche
  • 100 gramos de azúcar y otro poco para rebozar.
  • 40 gramos de harina de maizena y otro poco para rebozar.
  • 1 cáscara de limón
  • 1 canela en rama
  • 1 cucharada de canela en polvo
  • 1 huevo
  • Aceite de girasol

Cómo hacer leche frita

1.- Comenzamos nuestra receta de leche frita haciendo una leche infusionada. Infusionamos la leche con una rama de canela y una piel de limón. Ponemos la mitad de la leche (250 ml) en una cacerola, incorporamos el limón, la canela en rama y calentamos sin que llegue a cocer. Una vez caliente retiramos y tapamos con un plato o con la tapa de la cacerola y dejamos reposar durante 20 minutos.

2.- Una vez infusionada la leche, la colamos y la pasamos a otra cacerola para evitar encontrarnos trozos de canela o limón.

3.- Ponemos a calentar está leche a fuego lento con el azúcar y mezclamos muy bien.

4.- En un bol mezclamos muy bien la harina de maizena y la otra mitad de la leche.

5.- Esta mezcla que acabamos de hacer la incorporamos a la leche que estamos calentado a fuego lento. Mezclamos muy bien con una varilla poco a poco.

6.- Esta es la parte más importante, mezclamos muy bien a fuego medio-bajo, más bajo que medio. Lo haremos durante 30-40 minutos poco a poco hasta que la masa espese.

7.- Después de 30-40 minutos así queda la masa. Os pongo una foto para que veáis más o menos de cómo me ha quedado.

8.- Para comprobar que está lista: Colocáis toda la masa en el borde de la cacerola y la tumbáis un poco. La volvéis a poner plana como vemos y si tarda mucho en recuperar la forma o ni se mueve, está perfecta.

9.- Una vez lista la colocamos en un recipiente untado de aceite de girasol, no os preocupéis porque no coge sabor solo es para desmoldarlo bien. Lo metemos durante unas 2-3 horas a enfriar en la nevera.

10.- Pasadas dos horas en la nevera, la masa como vemos queda como un bloque de gelatina. Desmoldamos y estando bien fría cortamos en porciones de unos 5 cm. Bueno aquí cada uno como quiera de tamaño.

11.- Nos disponemos a freír: Preparamos un plato para rebozar con harina de maizena, un huevo batido, una sartén con aceite bien caliente, un plato con una servilleta para que absorba el aceite y un plato con una mezcla de azúcar y canela.

12.- Rebozamos cada trozo de leche frita en maizena y luego en huevo batido, freímos en abundante aceite caliente. Luego escurrimos en el papel absorbente para quitarle el exceso de aceite. Es importante este paso.

13.- Rebozamos cada trozo en la mezcla de azúcar y canela y a comer. Lo podéis acompañar de una bola de helado de vainilla y queda de lujo.