En mi última visita a la albufera, el 31 de octubre, pasé nuevamente por ese lugar y ya de retorno vi una lechucita en el mismo lugar, podría ser la misma, su pareja o alguno de sus hijos los que viven en esa misma cueva, lo que sí estoy seguro es que están acostumbradas a ver gente porque al verme no se preocupó mucho, hasta me fui bastante cerca de ella aproximándome con cuidado hasta llegar a 5 metros o menos.
La luz no era la mejor por la hora que la saqué ( a media tarde) pero siempre me gusta fotografiar aves de cerca y no me quise perder la oportunidad.