Viñetas correspondientes a Thoreau, la vida sublime, de M. Le Roy y A. Dan, 2013
Actividades
A) Tanto para ejercitar el pensamiento como para leer con seriedad, mi residencia era más adecuada que cualquier universidad y, aunque demasiado alejada de las ventajas de una biblioteca de préstamo ordinaria, estuve más que nunca expuesto a la influencia de esos libros que circulan por el mundo, cuyas sentencias fueron escritas primero en las cortezas de los árboles, y que ahora tan solo rara vez llegan al papel de hilo. Así comienza el extraordinario capítulo "Leer", en el que Thoreau hace una defensa de la lectura, especialmente de los clásicos, y del valor de los libros como guía para una vida libre y plena. Selecciona y cita de este capítulo ocho frases o fragmentos relacionados con los libros y la lectura, e indica cuál de ellos te gusta más y por qué.
B)Para Thoreau, el emplazamiento de su cabaña es muy importante, incluso más que la casa en sí misma, porque su intención es vivir en plena naturaleza. En 91 nos da algunas indicaciones que pueden ayudarnos a saber su ubicación exacta. ¿Serías capaz de señalar dónde estaba su cabaña en este mapa de los alrededores de Concord? Puedes ayudarte de otras fuentes o mapas que encuentres en Internet.
C) En este enlace se ofrecen una serie de viñetas correspondientes a una adaptación gráfica de Walden. Rellena cada uno de los bocadillos que aparecen en blanco con la frase o fragmento del libro que te parezca más adecuado.
D) Contesta a las siguientes preguntas: 1. ¿Por qué a Henry le parece que, aunque su casa no está muy alejada de la ciudad, se halla a una gran distancia de la civilización? (93). 2. Trasladarse al bosque no le ha supuesto solamente un cambio de vivienda, sino que comporta una nuevo forma de vida y hábitos distintos. ¿Cuál es para él el mejor momento del día para trabajar, crear, escribir? (94). 3. ¿A qué hora se levanta y qué le gusta hacer de buena mañana? (94). 4. “¿Por qué los hombres suelen dar una cuenta tan pobre de su día, si no han estado dormitando?”, se pregunta Thoreau en 95. Y se contesta a sí mismo: “Estar despierto es estar vivo”. Más adelante, en 96, concluye: “Afectar la calidad del día, ésa es la más elevada de las artes. A cada hombre le corresponde la tarea...”. Completa esta frase. 5. En 96 tenemos uno de los pasajes más recordados del libro, la declaración de intenciones de su autor y la razón de por qué ha ido a vivir a los bosques. Cítalo completo. 6. ¿Por qué crees que alguien como Henry, que quiere “vivir intensamente y extraer el meollo de la vida”, elige irse a vivir solo y en plena naturaleza para conseguir su objetivo? Razona tu respuesta. 7. ¿Por qué a Henry le parece tan importante simplificar la vida y reducir la actividad cotidiana? (97). 8. La prisa con las que vivimos es también objeto de crítica para Thoreau: “Por qué debemos vivir con tanta prisa y desperdiciando nuestras vidas?”, dice. Él aboga por una lentitud, más acorde a nuestra insignificancia (“¡Alto! ¡Basta!... ¿A cuento de qué esta aparente prisa, si sois mortalmente lentos”) y a nuestra posición en el mundo: “Cuando andamos sin prisa y con sensatez...”. Completa este pasaje de 101. 9. En este sentido, lo más cercano a la sabiduría en el hombre se encuentra en su edad más temprana, es decir, en la niñez, porque los niños aceptan y aman la vida con plenitud, sin cuestionarla, como si fuese un regalo. Esta idea aparece expresada al final de 101 y en 104. Cita ambas frases. 10. Thoreau combate sobre todo el borreguismo, la emulación, la falta de criterio y personalidad, el dejarse llevar: “Creemos que es lo que parece ser” (102) y “¿Por qué habríamos de someternos y seguir la corriente?“ (103). Su ideal al respecto está expresado en 103: “Fijémonos un objetivo y trabajemos...”. Completa esta cita. 11. Afrontar la realidad con todos sus consecuencias, vivir y sentirse vivo, es lo que proclama Thoreau: “Sea vida o sea muerte, solo queremos la realidad. Si realmente...”. Completa esta frase de 103. 12. El escaso tiempo que vivimos, en comparación con el que no vivimos, esto es, la eternidad, es ínfimo, prácticamente despreciable. Sin embargo, hemos de saber aprovecharlo al máximo. Thoreau expresa esto mediante la metáfora del río que aparece al principio de 104, en un pasaje de insólita belleza. Cítalo.
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Ficha (para los más curiosos): El gran despertar