Para los que aún no lo conozcáis os diré que es el autor de un maravilloso blog llamado "Historia de la historia" además de colaborador habitual de Revista Medieval y de XLSemanal, así como de los programas de radio "A vivir que son dos dias" (Cadena Ser) y "Quítate la Liga" (Onda Cero), y actualmente en "Levántate y Cárdenas" (Europa FM) He tenido la suerte de colaborar en algunas de sus iniciativas solidarias como un maratón de Poesía que acabó desembocando en un poemario y en #Letrasenelsahara ayudando a la iniciativa Bubisher a llevar libros a niños del Sahara. Y de aquel proyecto ilusionante acabó creando y dirigiendo la revista Entropía (que acaba de cumplir un año) en la que publican relatos cortos de gente que trata de hacerse leer y en la que tuve la suerte de que se me publicaron dos de ellos, siendo uno seleccionado entre los diez mejores del año por la revista. Aparte de este curriculum lo mejor es que se trata de un gran amigo y mejor persona.
El libro consta de 367 páginas de amena lectura sobre chascarrillos e interesantes historias pero que no pierde el rigor histórico ni el contexto en el que se desarrollaron los hechos. Se divide en cinco capítulos agrupados por épocas y en las que hay constantes interpolaciones entre la actualidad y determinados momentos o situaciones del pasado. Una imaginativa y original forma de fomentar el conocimiento de una disciplina que en ocasiones encuentra una distancia insalvable entre el gran público ávido de lecturas y de conocimiento; y una élite académica muy selecta pero que no llega a tener una gran aceptación entre el gran público, salvo si exceptuamos algunos géneros literarios como por ejemplo la novela histórica.
El libro va perfectamente ilustrado con la calidad y el esmero que se merecen los dibujos del gran Xurxo Vázquez y prologado por Gabriel Castelló autor de las novelas históricas Valentia y Devotio y gran conocedor del mundo antiguo sobre todo en lo que a Roma se refiere.
La divulgación científica que tanto se queja de la falta de inversión o de dinero público destinado a ella tiene una gran deuda con la sociedad (no niego que sea lícita esa queja y esa pretensión) pero está claro que la gente demanda este tipo de libros y de lecturas y si no se dan en muchas ocasiones por el mundo académico es por que o no interesa o no se encuentra la forma de llevarlo a cabo, por todo ello mayor mérito tiene, si cabe, que una editorial como Anaya, se haya embarcado en esta travesía.
Sólo me queda desear a Javier Sanz el mayor de los éxitos (a día de hoy se encuentra el número 27 de la lista de los más vendidos en temática histórica según las listas de Amazon) que ya está teniendo y si alguien se anima a comprarlo (cómo yo mismo he hecho) el autor le hace una apuesta en la contraportada en la que asevera que si ninguna de las historias que allí se narran os sorprende u os arrancan una sonrisa os paga un café. Os aseguro que ninguno saldrá indiferente.
Chema García