Esteban Gutiérrez Gómez -Baco-, fiel a su estilo, narra en este volumen -editado por la Colección Zigurat del Ateneo Obrero de Gijón- sus vivencias con la gira de la antología Simpatía por el Relato (relatos de rockeros, coordinada junto al gran Patxi Irurzun). Si aquel libro era una apuesta literaria de cierta entidad que acercaba a varios músicos españoles a la cultura y la literatura más o menos oficial, éste libro es la historia que hay detrás del otro. El Backstage, el camerino... es un libro bien construido y divertido, tierno, vitalista y, a la vez, muy humano. Baco cuenta anécdotas y entresijos, sin pelos en la lengua, lo que otorga al libro una dosis de tremenda verosimilitud y no porque lo que cuente sea real, sino porque lo cuenta mostrando diversos prismas de la misma historia, puntos de vista encontrados, ópticas positivas y negativas, críticas y alabanzas, pero sobre todo, mucha simpatía. El título, viniendo de donde viene, no puede ser más certero.
No recuerdo cómo conocí a Ernesto ni por qué me interesó su poesía, pero tenía ganas de leer este libro. Se trata de su primer poemario, pero la madurez que desprende parece obra de un poeta de largo recorrido. No en vano, Ernesto es un poeta de la sombra desde hace muchos años: ha impartido talleres, ha colaborado con otro tipo de publicaciones... en "Herido Mármol" (Suburbia Ediciones, 2014) desnuda su voz para mostrar al mundo una cara triste y ambigua de las emociones humanas -suponemos que propias-, pero siempre guarda un verso emotivo, una carga de profundidad que se pega a la suela y a la que vas dando vueltas a lo largo del día. Después del debut de Jessé en el Real Madrid, creo que es el más sorprendente de cuantos he disfrutado en los últimos tiempos. Hay hallazgos de gran poeta, solo espero que se consolide con el paso del tiempo. Y lo hará: fuerza, tesón y cosas que contar tiene de sobra.