En “Batman: Victoria Oscura” se cierra el ciclo abierto por Miller en “Año Uno”. Con la aparición de Robin, la refundación del mito queda completa. Esta doble “splash page” en el capítulo octavo, “Húerfanos”, simboliza la superposición del drama de Bruce Wayne y el de Dick Grayson, la motivación definitiva para que el cruzado enmascarado adopte a un ayudante infantil.
Un nuevo año de terror en Gotham
Tras el éxito de El Largo Halloween, el editor Archie Goodwin impulsó al guionista Jeph Loeb y al dibujante Tim Sale a planterar otra serie limitada, de nuevo trece números (catorce con el “número cero” que sirve de prólogo) para countinuar donde habían dejado su particular inmersión en el universo mafioso de Gotham City. El resultado es una obra espectacular a nivel artístico y con un interesante guión que continúa adentrándose en la personalidad de Bruce Wayne y de Jim Gordon, retomando a los gángsters y a todo el plantel de villanos que la tradición de Batman pone a su disposición. Intentaremos repasar la lectura de este estupendo cómic sin revelar demasiado del argumento de El Largo Halloween, que a partir de ahora citaremos como ELH para abreviar.
En ELH asistíamos a la conjura del triunvirato justiciero de Gotham (compuesto por el capitán James Gordon, el fiscal del distrito Harvey Dent y el justiciero enmascarado Batman) para acabar con el imperio criminal de la familia Falcone. En medio de esta cacería entraba en juego un despiadado asesino en serie, El Festivo (llamado así por la prensa por su costumbre de asesinar a sus víctimas en días festivos), y villanos como El Joker, Hiedra Venenosa o El Espantapájaros. Por su parte, Catwoman planeaba sobre la historia como un personaje ambiguo, una ladrona que tiene motivos personales para enfrentarse a la familia Falcone, y que juega huyendo de Batman de tejado en tejado mientras en su vida “real” como Selina Kyle mantiene una relación con el propio Bruce Wayne. El final es agridulce, con la caída de uno de los tres mosqueteros de Gotham y el ascenso, en su lugar, de un terrible villano, Dos Caras.
Para Victoria Oscura el guionista Jeph Loeb planteó un argumento que sigue las mismas pautas que funcionaron en ELH: mientras Batman continúa en solitario su particular guerra contra los Falcone, Jim Gordon lamenta la pérdida de su amigo Dent, que ha sido sustituído por una nueva fiscal del distrito, la implacable y misteriosa Janice Porter. Un ataque al Psiquiátrico de Arkham desembocará en la fuga de muchos de sus más terribles internos, entre ellos el propio Dos Caras. Coincidiendo con esa fuga comenzará una nueva oleada de asesinatos: esta vez el objetivo son policías relacionados de alguna forma con la carrera de Harvey Dent, varios de ellos personajes que emanaban del corrupto departamento de Gotham que Frank Miller nos presentó en Año Uno. Su modus operandi, exponiendo a sus vícitimas como parte de un macabro juego del ahorcado, le valdrá precisamente ese sobrenombre, “El Ahorcado”.
“El Ahorcado” tiene en “Victoria Oscura” el papel que “El Festivo” desempeñaba en “El Largo Halloween”, un misterio que trará de cabeza a Batman y al comisario Gordon.
Hacia la consolidación del “Dúo Dinámico”
A lo largo de Victoria Oscura la historia se centra en retratar la soledad de los personajes que en ELH eran aliados inseparables: Gordon, ahora en el puesto de comisario, no encuentra en la fiscal Porter el mismo apoyo que le prestaba Harvey Dent. Su esposa, Bárbara, se ha marchado de la ciudad con su hijo. Mientras tanto presencia impotente como “El Ahorcado” acaba con la vida de varios compañeros. Batman se muestra insensible a la tristeza de Gordon por la desaparición de Dent, que a su vez vive su locura en la soledad de su celda en Arkham. El propio cruzado enmascarado, arrastrando el sentimiento de culpa por la caída de Dent, se alejará de su ocasional pareja, Selina Kyle, llegando a pagar su frustración en alguna ocasión con el fiel Alfred y mostrándose más distante que nunca de su amigo Gordon.
Al final cada cual habrá de buscar nuevos aliados, huyendo de esa soledad: Gordon constituirá un grupo especial para dar caza a “El Ahorcado”, Dos Caras formará una temible sociedad con villanos como El Joker, Hiedra Venenosa o Mr. Frío para tratar de sustituir a los Falcone en la cima del crimen organizado de Gotham, y Batman encontrará en el huérfano Dick Grayson un pupilo al que entrenar como aliado en la lucha contra el crimen. Pese a que Jeph Loeb llama la atención en diversas entrevistas sobre el reclutamiento de Robin como la mas importante aportación de Victoria Oscura, el papel de Grayson es muy secundario en el desarrollo de la trama, y se centra casi exclusivamente en los paralelismos entre sus tragedias personales con la muerte de sus padres (los acróbatas conocidos artísticamente “Los Grayson Voladores”, en cuyo número también participaba su talentoso hijo). El inseparable compañero juvenil de Batman, presente en los cómics del hombre murciélago desde 1940, ha traído de cabeza a mas de un guionista empeñado en dar un tono adulto y oscuro a la saga. Creado para atraer al público juvenil, Robin ha pasado por diversas facetas de popularidad y su relación con Bruce Wayne varía en función del guionista. En Victoria Oscura la actitud de Batman hacia su pupilo es ciertamente paternal, muy distinta a la que Frank Miller muestra en su All Star Batman y Robin.
Un desubicado y dolido Dick Grayson entra, sin querer, en el antiguo dormitorio de los padres de Bruce Wayne
Alfred recuerda con claridad al joven “señorito Bruce” asimilando su orfandad. Para el veterano mayordomo no cabe duda de que hay mucho en común entre el nuevo inquilino de la mansión Wayne y su solitario señor.
La obra maestra de Tim Sale
En resumen, podríamos señalar que, como en las buenas novelas negras, el interés no radica esencialmente en la resolución del caso, que en esta oportunidad se alcanza mediante un par de giros algo burdos y previsibles, sino en la caracterización de los personajes y los ambientes. Inclina la balanza el fantástico trabajo de Tim Sale.
Me voy a permitir el juego de palabras facilón diciendo de que Tim Sale “se sale” en Victoria Oscura. La evolución de su estilo, que hemos podido seguir desde El Caballero Maldito, le lleva a un punto de total confianza en su línea fina y los grandes contrastes en negro. Su dibujo es dinámico en las escenas de acción, muy expresivo en las viñetas mas intimistas, y destaca especialmente en los fondos, planteando magníficas visiones de los oscuros callejones de Gotham, de los ricos interiores de la mansión Wayne o de los cientos de detalles ocultos de la Batcueva. El opresivo ambiente de Arkham, las tétricas alcantarillas que sirven de refugio a Dos Caras y su equipo de villanos, y por supuesto los góticos tejados de la ciudad por los que Catwoman y Batman juegan incansables al gato y al ratón, nunca han estado tan vivos como cuando los retrata Tim Sale, que tiene como aliado al colorista Gregory Wright para terminar la obra artísticamente mas espectacular de las que hemos comentado en estas cuatro entregas sobre Batman. Sale también se muestra brillante en la composición de las páginas, combinando efectividad y espectaculariadad sin caer en efectismos. El trabajo mas elegante de un fabuloso artista, que le otorga a Victoria Oscura la excelencia que en ocasiones le falta a su guión.
Tim Sale crea para “Victoria Oscura” un buen puñado de imágenes icónicas de las localizaciones mas importantes de Gotham, como la Mansión Wayne. El color de Gregory Wright, que prescinde casi por completo de degradados, acompaña a la perfección el juego de contrastes planteado por Sale.
Catwoman: si vas a Roma, el viaje secreto de Selina Kyle
Tanto como Selina Kyle, paciente pareja de un inconstante Bruce Wayne, como metida en sus mallas de Catwoman, persiguiendo a Batman por los tejados, dejándose perseguir, salvando al cruzado enmascarado o siendo rescatada por el mismo, la ladrona felina de Gotham ha tenido un gran protagonismo en El Largo Halloween y en Victoria Oscura. Sin embargo perdemos su rastro hacia el tercio final de esta última obra, justo después de que Batman le pregunte “¿Quién es Sofía Falcone para ti?”. No volvemos a saber de ella hasta el misterioso epílogo frente a la tumba de “El Romano”. Y es que precisamente a a Roma la enviaron Jeph Loeb y Tim Sale en el guión original de Victoria Oscura, para contar su historia en una miniserie complementaria que sin embargo no vería la luz hasta el año 2004, esto es, cuatro años después de la conclusión de la saga principal.
Perder las maletas siempre es una contrariedad. Para Selina Kyle, sin embargo, es una oportunidad para aprovechar las posibilidades que ofrece una visita a Roma
El motivo de este retraso está principalmente en la acumulación de trabajo para Tim Sale, quien ya fuera de plazo decidió tomarse con calma la realización de este Si vas a Roma, recreándose en el dibujo de su elegante protagonista. La historia narra el viaje de Selina Kyle a la Ciudad Eterna en busca de sus raíces. Elegirá para esta expedición a un extraño compañero, Edward Nigma, más conocido con su sobrenombre de villano, Enigma. Durante su viaje reconstruirá ciertos fragmentos olvidados del origen de la familia Falcone. La cosa se complicará con la inoportuna aparición de varios personajes relacionados con la fauna criminal de Gotham, que parece perseguir a Catwoman tanto como sus obsesivas pesadillas con Batman de por medio. En esas pesadillas, el subconsciente de Selina parece jugar con ella superponiendo a su frustado ex novio Bruce Wayne a la figura de su “amor platónico” Batman, con quien le une una relación cercana al sadomasoquismo.
Tim Sale se recrea mas que nunca en las formas femenias en “Catwoman: Si vas a Roma”. Muy lejos de Gotham, la mezcla entre atracción y repulsión que Selina Kyle siente por Batman parece intensificarse ensus sueños
Si bien Si vas a Roma puede rellenar algún aspecto argumental de Victoria Oscura, el verdadero interés de esta obra radica en el carisma de la protagonista y en su indudable atractivo, remarcado siempre con clase por Tim Sale. El dibujante se inspira en las ilustraciones de moda del mítico René Grau, muy influente estéticamente en la primera mitad del siglo XX, y está acompañado nada menos que por Dave Stewart, el colorista siete veces galardonado con el premio Eisner, conocido por sus trabajos junto a Mike Mignola en sus series Hellboy o B.P.R.D. Juntos consiguen un acabado de acuarela que dota de gran calidez al dibujo y le otorga un encantador aspecto vintage. De nuevo el aspecto visual es lo que salva a una obra con un guión no excesivamente brillante de Jeph Loeb.
Recuperando la esencia del Hombre Murciélago
Iniciamos estos cuatro especiales con la resaca de la última entrega de la saga cinematográfica dirigida por Christopher Nolan. Titulada en España El Caballero Oscuro: La Leyenda Renace, supuso para quien escribe estas líneas una decepción, especialmente a nivel de guión, que quedó rápidamente desterrada al olvido disfrutando de la lectura de estos clásicos recientes que ECC ha recopilado en su colección Grandes Autores de Batman. Los experimentos con la narración y los densos y poderosos guiones de Frank Miller, el sabor clásico de las aventuras de Batman retratadas por Jeph Loeb y el magnífico Tim Sale, recogen en sí la esencia de lo mejor del Hombre Murciélago: Gotham City, sus villanos, su sufrido departamento de policía, su torturado y a veces fanático justiciero, en fin, la noche, verdadero hábitat natural del Caballero Oscuro. Ya hemos hablado del excelente formato de esta colección, así como de su precio algo elevado respecto a ediciones anteriores. Sin embargo no podemos sino alabar la elección de ECC a la hora de comenzar la reconstrucción del catálogo en español de DC Cómics.
Nos quedamos saciados de Batman por ahora, mientras seguimos con interés el relanzamiento de la serie regular, y pensamos en que otros grandes títulos de queremos poder ver pronto en nuestras estanterías. A la estela de Victoria Oscura y sobre todo Año Uno, yo echo en falta una reedición del fabuloso Gotham Central, la excelente colección centrada en los agentes de la Unidad de Crímenes Especiales de Gotham, creada por Ed Brubaker y Greg Rucka y con dibujo de Michael Lark. Pienso en una posible recopilación de los trabajos del tétrico Kelley Jones junto a Doug Moench o a Steve Niles. Y me pregunto cuanto tardaremos en poder ofrecer joyas tal vez algo minoritarias por su estilo “diferente”, pero excelentes en todo caso, como el ucrónico Batman: Año 100, de Paul Pope, o las recopilaciones Batman Black & White. Nos queda esperar y confiar en el buen hacer de la nueva editorial.
Con su trazo suelto y su excepcional talento para la ciencia ficción, Paul Pope creó con su “Batman Año 100″ (2006) uno de los mas sorprendentes e interesantes cómics de Batman de los últimos años, actualmente descatalogado para desgracia de los vendedores de cómics, que encontraban en este título el puente perfecto entre el cómic de ciencia ficción de la BD franco-belga y el mundo de los superhéroes americanos.
Raúl A. Astruga
Mercader de historietas en La Parada de los Cómics y miembro de la Asociación Cultural El Planeta de los Cómics.
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