[de Sue Kaufman]
Escogí este libro como lectura muy recomendable por formar parte del conjunto de títulos que ofrece Libros del Asteroide, una editorial que está desarrollando una labor increíble editando en castellano obras fundamentales de los últimos 60 años hasta ahora sin traducción a nuestsra lengua. El argumento también reconozco que me atrajo desde el principio... Últimamente vivimos una recuperación de estética, imagen y recuerdos de casi todas las épocas... como si reinventarse fuese lo único que nos queda. Como si existiese la necesidad de retomar iconos y elementos que han quedado en nuestro bagaje visual, cultural y metafórico. En esta mirada atrás, el tema femenino da mucho juego. Las mujeres tenemos una especial habilidad para sentirnos siempre 'en lucha' y esta búsqueda de un lugar en el que quedarnos nos lleva a analizar el pasado, comprarlo con el presente y soñar, tal vez, el futuro.
'Diario de un ama de casa desquiciada' tiene la habilidad de convertir la preocupación, sentimientos y desorientación de una mujer 'tipo' de clase media-en-ascenso, del Nueva York de los 60's, en algo completamente vigente para cualquier mujer, independiemente de su época.
Según he ido leyendo este diario que escribe Tina Balser, una sofisticada ama de casa de Manhattan, me he ido acordando de mi madre, de mi abuela, de mis vecinas, de mis amigas... ¡¡de mí misma!! como si, independientemente de lo que cada una hemos vivido y el enfoque que nuestra cultura y sociedad nos ha regalado, existiese algo atávico que nos une, nos identifica y, aunque nos dé mucha rabia, nos condena a repetir, tal vez, nuestras servidumbres una y otra vez, por más que pasen los años y aunque los hombres, que 'no nos entienden', se adapten a nuevos roles mucho más cómplices y equilibrados.
Tina tiene todo lo que habría podido soñar: un hogar perfecto dotado de las mayores comodidades y ubicado en la ciudad que adora y que le permite tener una vida cosmopolita y urbana; un marido triunfador que se encuentra en plena efervescencia profesional y social; dos hijas estupendas, a las que ofrecer todo tipo de comodidades y sofisticaciones; una criada de confianza en quien apoyarse para llevar al día su hogar y una vida social que también despega gracias a su mejor posicionamiento económico en un país y una época en la que el sueño americano parece premiar a quien entra en el juego de hacerse un nomre. Pero algo falla en este cuadro perfecto... Tina no se encuentra bien. No es feliz. Ante nuestros ojos, gracias a las páginas que escribe para no volverse loca, discurren los días entregados a poner en orden un sistema en el que, en el fondo, no cree. Su marido se vuelve un extraño con una personalidad elitista, frágil y volcada hacia una causa que le supera. El cuidado del hogar le exige cada minuto de su tiempo, y es imposible atender a todo y que todo funcione como un reloj. Vivir en este ambiente asfixiante de coladas, recados, gestiones, logística e intendencia, deja a Tina sin mayor aspiración que ser la esposa ideal que ha diseñado su esposo para esta vida de anuncio que se esfuerzan en tener.
Tina tiene miedo de volverse loca. Y su marido exige que se centre, que sea una mujer cuerda porque no hay nada que pueda justificar que ella no siga adelante con este guion que tanto esfuerzo conlleva.
Los 'informes' de la protagonista (es así como llama a las entradas de su diario) nos van lanzando guiños de complicidad y terminamos por entender cómo se siente, por qué quiere escapar y cuánta imperfección hace falta para alcanzar lo que probablemente se acerque más a la felicidad.
Os recomiendo su lectura, especialmente a las mujeres, aunque me encantaría saber qué impresión puede provocar el libro en un hombre. Sé que en nosotras despierta esta empatía tan atemporal que os comentaba al comienzo, pero no sé qué puede sugerir al otro género.
En sus páginas es delicioso ver reflejado un ambiente muy clásico de la literatura y sociedad de la época. Coincide, como la serie 'Mad Men', en sacar a la luz las claves e hipocresía social que se encierra en un modelo de familia muy publicitario, en el que la mujer empieza a rebelarse aunque es una rebelión silenciosa, que empieza por dentro, por ella misma.
Los dos libros tienen la capacidad de hacer reales una visión y una crítica audaz a modelos inexpugnables de los que nos muestran su tremenda fragilidad, gracias a la perspicacia de sus autoras.