Lecturas en cuarentena

Por Ernesto Villodas
 Mis lecturas durante el confinamiento no han sido muchas, pero sí muy provechosas y entretenidas.
 Comienzo con este clásico de Gerald Durrell, en el que nos cuenta sus vicisitudes con los animales de su Zoo de Jersey, y nos muestra su novedosa forma de interpretar la función y utilidad de las obsoletas colecciones de animales en los años 60 del pasado siglo, reconduciéndolo a la reproducción de especies en peligro de extinción para evitar su desaparición definitiva. Un entretenido libro del autor del más reconocido "Bichos y demás parientes" que leí en mi lejana y casi olvidada adolescencia.
 A continuación mi personal descubrimiento de esta cuarentena, tanto del libro, "Pajarero", como de su autor, Carlos Lozano Robledo, al que conocí en enero de este año, en una salida en el Cofre por las Marismas de Santoña que acabó en tremendo aguacero, circunstancia que aproveché para hacerme con su obra dedicada. El paseo en barco fue una delicia y Carlos demostró sus dotes pajareras descubriendo un escurridizo somormujo cuellirrojo en Colindres, que más parecía una bestia mitológica por lo poco que se dejaba ver.  Posteriormente he descubierto sus dotes como escritor y pensador en el facebook (sí, en las redes sociales también es posible encontrar vida inteligente) que se refleja con igual brillantez en su delicioso libro, Pajarero. Un torrente de buen humor te salpica desde sus páginas, buscando pájaros por todo el mundo y corriendo todo tipo de aventuras para tormento de sus protagonistas y regocijo del lector. Un libro para disfrutar y reír a carcajadas.
Finalizo con un clásico que tenía pendiente de lectura. Henry David Thoreau (1817-1862) es uno de los padres fundadores de la literatura estadounidense y un naturalista adelantado a su tiempo. Le tocó vivir una época donde el esclavismo seguía vigente y su país comenzaba airadas escaramuzas militares con la intención de conquistar México. Thoreau era contrario a todas estas actuaciones de su gobierno y su manera de protestar fue negándose a pagar sus impuestos mientras esa realidad no cambiase, lo que le llevo a pisar la prisión durante un par de días y a escribir "Sobre el deber de la Desobediencia Civil", obra muy influyente hasta nuestros días con personajes como Gandhi o Martin Luther King como fervientes seguidores de su filosofía. Era un individualista, ético y honesto. Para él, votar es una manera de expresar muy débilmente nuestro deseo de justicia si no hacemos nada más.  "Para que el gobierno y su autoridad puedan ser estrictamente justos tendrán que contar con la aprobación y el consenso de los gobernados. No se puede ejercer más derecho sobre mi persona y propiedad que el que yo le conceda." He dicho... quiero decir, ha dicho. Me ha encantado. Para pensar. ¡¡Buen pajareo desde el confinamiento!!
Pd: Podéis conseguir Pajarero y Desobediencia civil en Tundra ediciones con los gastos de envío para todo el mundo gratuitos.