Cinco escritos por autores españoles. Seis comics. Seis escritos por mujeres. He repetido con Didion, Pinilla, Lodge, Banville, Oz, Primo Levi y Steinbeck. Cinco sobre la II Guerra Mundial. Siete más o menos autobiográficos. Uno de viajes. Cinco ensayos "puros". Cinco de relatos. Treinta y tres relatos de Cheever.
Diario de Rusia.- John Steinbeck y Robert Capa estuvieron en Rusia en el verano de 1948. Teniendo como centro de operaciones Moscú, dónde asisten al 800 aniversario del nacimiento de la ciudad, viajaron para conocer las granjas colectivas soviéticas, Stalingrado y Georgia. Es un libro meramente descriptivo, muy parecido en el tono a las crónicas de Steinbeck recogidas en "Hubo una vez una guerra". Se limitan a contar lo que ven y lo que hacen sin emitir ningún tipo de opinión. No hay política ni ningún juicio de valor. Steinbecl advierte que su propósito es conocer como son los rusos, su vida diaria, la gente normal, qué hacen y qué piensan.
Ha sido curioso leer este libro justo después de ver los documentales de Oliver Stone sobre la historia de Estados Unidos tras la II GM. Tras la muerte de Roosvelt, Truman dinamitó todos los esfuerzos de acuerdo con los rusos que se habían hecho en Yalta. Se estableció una distancia entre ambos países y se dedicaron ingentes esfuerzos a colocar a los rusos como una amenaza terrible y real para los americanos, cuando la realidad era que lo rusos no querían para nada un enfrentamiento en el que sabían que no tenían nada que ganar.
Es un libro curioso y muy entretenido. Además de la mera descripción de la Unión Soviética, las anécdotas del viaje, las fricciones entre dos personalidades como las de Steinbeck y Capa y sus manías y juergas se leen con interés. Hay un capítulo de Capa sobre Steinbeck que es genial.
Una interesante reflexión que hace Steinbeck sobre las noticias en 1948 y que es perfectamente extrapolable a nuestra época.
"Estábamos deprimidos, no tanto por las noticias, como por su manejo. Porque las noticias ya no son noticias, al menos esa parte de ellas que requiere la mayor parte de nuestra atención. Las noticias se han convertido en un asunto de pericia. Un hombre sentado a una mesa en Washington o Nueva York lee los teletipos y los recoloca para que se ajusten a su propio esquema mental y a su firma. Lo que a menudo leemos como noticias, no son en absoluto noticias, sino la opinión de uno de entre media docena de expertos respecto de lo que significan las noticias".
Solo un muerto más de Ramiro Pinilla. Lo saqué de la biblioteca porque después de la trilogía de "Verdes valles, colinas rojas" me apetecía leer algo más de él. Me ha encantado, ha sido como el premio que escribe Pinilla para el que termina la trilogía. Es el postre, la golosina, el chocolate...la copa de después.
Pinilla homenajea a los grandes de la novela negra americana como Hammett o Chandler en la figura de Sancho, un joven librero de Algorta que tras 16 rechazos editoriales, se da cuenta que tiene delante de sus narices, en su Getxo natal un crimen sin resolver, el de uno de los gemelos Altube. Para el que no ha leído la trilogía (inexplicablemente), es una novela entretenida. Para el que sí la ha leído es un premio, un reencuentro con personajes ya conocidos y un descubrimiento porque Pinilla le permite observar historias ya conocidas desde otro punto de vista.
Hay homenaje a la novela negra, hay humor, intriga, descripción de personajes y grandes frases.
"Koldobike es la mujer que menos ríe de cuantas conozco, a pesar de que toda ella está hecha de sarcasmo".
Y he aprendido que Koldobike es Luisa.
Algo supuestamente divertido que no volveré a hacer de David Foster Wallace. ¡Suenan las campanas! ¡Suenan los clarines! ¡Aleluya! Por fin llegué a David Foster Wallace, tras años de leer sobre él y años de recomendaciones de gente con criterio, conseguí sacar esta recopilación de ensayos de la biblioteca. Me ha gustado mucho pero confieso que tuve un momento de casi abandonarlo, creo que no fue culpa del libro, sino de mi momento personal, pero seguí con él y al final me compensó con creces.
El libro recoge unos cuantos ensayos muy largos escritos por DFW con temas diversos: el tenis y las llanuras de Illinois, la televisión en los años 90, una descripción tronchante de una feria estatal en Illinois, otro sobre el cine de David Lynch que es fascinante, un par de ellos soporíferos sobre metafísica de la literatura y luego el que da título al libro sobre su experiencia en un crucero por el Caribe.
DFW tiene un estilo muy personal, gafapasta e irónico a partes iguales. Las descripciones de sus experiencias personales, tanto de su niñez como tenista de éxito como en la feria estatal o en el crucero son tronchantes. Me ha recordado muchísimo a Bryson en ese estilo irónico y mordaz. Cuando habla de cosas serias tiene interesantes reflexiones aunque para mi gusto a veces peca de intenso pero era una mente privilegiada, aguda e inteligente al que sin duda hay que leer.
"Tengo 33 años y la impresión de que ha pasado mucho tiempo y que cada vez pasa más deprisa. Cada día tengo que llevar a cabo más elecciones acerca de qué es bueno, importante o divertido, y luego tengo que vivir con la pérdida de todas las demás opciones que esas elecciones descartan. Y empiezo a entender cómo, a medida que el tiempo se acelera, mis opciones disminuyen y las descartadas se multiplican exponecialmente hasta que llego a una punto en la enorme complejidad de ramificaciones de la vida en que me veo finalmente encerrado y atrapado en un camino y el tiempo me empuja a toda velocidad por fases de pasividad, atrofia y decadencia hasta que me hundo por tercera vez, sin que la lucha haya servido para nada, ahogado por el tiempo. Es terrorífico. Pero como son mis propias elecciones las que me encierran, me parece inevitable: si quiero ser adulto, tengo que elegir, lamentar los descartes y vivir con ello"
Versos de vida y muerte de Amos Oz. Tras "Conocer a una mujer" que me encantó, me apetecía algo más de Oz, así que saqué éste de la biblioteca, sabiendo que Oz unas veces me posee completamente y otras veces me deja indiferente.
En este caso, Oz me ha recordado muchísimo a Italo Calvino y "Si una noche de invierno un viajero" porque se mezclan el autor y sus personajes. Cuenta la historia de un autor que acude a la lectura de una de sus obras a un centro social y va imaginando historias sobre todas las personas que va encontrándose en su camino. Imagina sus vidas antes, antes de cruzarse con él y sus historias después de haberle conocido y al final son también los personajes los que le imaginan a él en una especie de juego de espejos.
Tiene una de las mejores descripciones del sexo que he leído en mucho tiempo...pero no la voy a poner aquí. Voy a poner esta cita con la que no estoy para nada de acuerdo.
"Entre un hombre y una mujer la amistad es algo que no trae a cuenta: si entre ellos no hay descarga eléctrica, entonces no puede haber amistad. Y si entre ellos no hay una descarga eléctrica, entonces no puede haber nada".
Demasiada felicidad de Alice Munro. Otra autora de la que llevaba años intentando leer algo y en este último mes del 2013 le ha tocado el turno y por fin pude sacar este libro de relatos de la biblioteca. Me ha gustado mucho, muchísimo. Es impresionante como escribe Munro, como te lleva por la historia casi sin darte cuenta, sugiriendo, mostrando y construyendo el camino por donde transitas mientras lees y vas avanzando. Cuando llegas al final descubres la historia completa, desde su primera palabra hasta la última. Consigue ademas que parezca sencillo escribir así, cuando es algo complicadísimo. Son relatos no muy extensos y siempre con un peso incómodo, un registro de alguna manera amargo, relatos que inquietan y todos sobre o de mujeres. Eso, por supuesto, no quiere decir que sea un libro para mujeres.
"Joyce debería haberlo entendido en aquel preciso instante, aunque el mismo Jon estaba muy lejos de saberlo. Jon estaba empezando a enamorarse. Empezar a enamorarse. Eso sugiere cierto paso del tiempo, cierto abandono; pero también se puede tomar como una aceleración, el momento o el segundo en que te enamoras".
Termino el año lector con 50 libros y 33 relatos de Cheever.
Bueno, no. Mi año lector lo estoy terminando con una vuelta a casa, he vuelto a los brazos de Paul, al refugio seguro. Estoy releyendo "Diario de invierno" de Paul Auster y lo estoy disfrutando más que la primera vez, mucho más.
"Piensas que nunca te va a pasar, imposible que te suceda a ti, que eres la única persona del mundo a quién jamás ocurrirán esas cosas, y entonces, una por una, empiezan a pasarte todas, igual que le suceden a cualquier otro”.