Lecturas para el cambio (I)

Por Hijosdeevayadan
Al finalizar el evento-encuentro La capacidad de influencia en salud desde el entorno 2.0 del pasado 26 de abril en la Sede del Colegio de Médicos de Bilbao, se me acercó Mikel Rentería para sugerirme algo que a decir verdad ya tenía en mente, y es que uno de los ejes de la presentación que utilicé fue la recomendación de varias lecturas, hasta un total de ocho, para transformarse a un@ mism@ y cambiar el mundo, ¿por qué no? Aunque tenéis la presentación en la entrada referenciada más arriba, os dejo una pequeña reseña de las primeras cuatro:

La primera de las lecturas, pareciese un contrasentido, se titula precisamente La última lección. Randy Pausch, profesor de ingeniería informática y experto en inteligencia artificial fue invitado a participar en septiembre de 2007 en una serie de conferencias que bajo dicho título venían impartiéndose en la Universidad Carnegie Mellon de la que era profesor. Sólo que en su caso, el pronóstico de 3-6 meses de vida por el cáncer de páncreas que tenía desde un año antes la convertía verdaderamente en su última lección. El eje de su conferencia, inspiradora como pocas, fue la importancia de perseguir los sueños de la infancia y ayudar a otr@s en ese mismo camino. La conferencia está disponible asimismo en la red, con subtítulos en castellano. Merece la pena, sin duda:

Coincidencia o no, también de cáncer y de sueños nos habla Albert Espinosa en El mundo amarillo, con el sugerente subtítulo si crees en los sueños, ellos se crearán. A lo largo de sus páginas, Albert nos deja contado en primera persona lo que aprendió tras convivir 10 años de su vida -de los 14 a los 24- luchando contra un osteosarcoma, lucha que se llevó por delante una pierna, un pulmón y un trozo de su hígado. De esta obra, de sus emociones y enseñanzas, de la persona amarilla que me la descubrió ya os hablé en Seres amarillos… como el sol. Creo que una gran parte de la historia de este blog en los siguientes meses siguientes se debe a ella. Así que no me queda más que remitiros a dicha entrada y volver a expresar mi agradecimiento de corazón,

Qué mejor referencia, además, que la propia presentación que del libro hace el propio Albert en su contraportada:

La tercera de las recomendaciones es un pequeño ensayo dentro de un ensayo (Allegro ma non troppo). Se trata de Las leyes fundamentales de la estupidez humana, del historiador económico italiano Carlo Maria Cipolla. Es un ensayo que destila tanto humor como rigor en su disección y distinción de inteligentes, incaut@s, malvad@s y estúpid@s en función del beneficio obtenido por un@ mism@ y por l@s demás; se lee rápidamente y puede ayudarnos a sacar lo mejor de nosotr@s mism@s en colaboración con otr@s, porque no deja de ser una alegato a las estretegias de la inteligencia (yo gano-tú ganas), frente a las estrategias estúpidas (acepto perder si tú pierdes). A modo de aperitivo y de estímulo, os dejo enunciadas aquí las cinco leyes fundamentales:

1. Siempre e inevitablemente cualquiera de nosotros subestima el número de individuos estúpidos en circulación

2. La probabilidad de que una persona dada sea estúpida es independiente de cualquier otra característica propia de dicha persona.

3. Una persona es estúpida si causa daño a otras personas o grupo de personas sin obtener ella ganancia personal alguna, o, incluso peor, provocándose daño a sí misma en el proceso.

4. Las personas no-estúpidas siempre subestiman el potencial dañino de la gente estúpida; constantemente olvidan que en cualquier momento, en cualquier lugar y en cualquier circunstancia, asociarse con individuos estúpidos constituye invariablemente un error costoso.

5. Una persona estúpida es el tipo de persona más peligrosa que puede existir (corolario: El estúpido es más peligroso que el malvado).

Y la última de las recomendaciones en el día de hoy es El hombre en busca de sentido, de Viktor Frankl, superviviente de los campos de concentración de la Alemania nazi primero y padre de la logoterapia después. En esta obra breve, precisamente, recoge los motivos por los que no siempre l@s más apt@s físicamente fueron capaces de sobrevivir y sobreponerse a dicha experiencia de los campos de concentración, sino aquell@s que llevaban dentro de sí un sentido -y una esperanza- para vivir, independientemente del carácter más o menos tangible de esta. Creo que era el propio Mikel Rentería quien afirmaba en un vídeo visto en Youtube recientemente (lo siento, no localizo ahora el enlace) que de alguna forma lo que traspasa toda la obra de Viktor Frankl es la dicotomía entre el dolor inevitable y el sufrimiento como opción, la idea de que tenemos derecho a caer, pero decidir cómo afrontarlo, decidir levantarnos y encontrar fuerzas para ello es una opción que hemos de tomar después o, expresado en palabras de Mario Benedetti, el dolor no es trinchera, es un pozo del que debe salirse urgentemente.

Ha sido también esta obra inspiración para poner en marcha hace casi ya dos años este proyecto. Culmina, como os decía entonces, con una reflexión y una esperanza en lo mejor del ser humano:

(…) hemos llegado a saber lo que realmente es el hombre. Después de todo, el hombre es ese ser que ha inventado las cámaras de gas de Auschwitz, pero también es el ser que ha entrado en esas cámaras con la cabeza erguida y el Padrenuestro o el Shema Yisrael en sus labios.