¿Y por qué creo que este libro encaja en las recomendaciones del día de la mujer? Primero, por el protagonismo de las mujeres, sus inquietudes y sus vidas. Y, en segundo lugar (y sobre todo), por la propuesta que lanza. Beccaria propone un tipo de relaciones personales absolutamente igualitarias, alejadas tanto de los modelos patriarcales de sumisión y obediencia como de los feministas (¿ultrafeministas?) que, de algún modo, renuncian a tener un hombre a su lado.
Con la excusa de un taller para aprender a seducir (cuya directora se empeña en que tenga bastante más contenido y profundidad de lo que pueda parecer en un primer momento), Beccaria va presentando las vidas de sus integrantes, seis mujeres que representan modelos afectivos y femeninos bien diferentes y que, en el fondo, buscan encontrar no tanto el camino para seducir sino la fórmula para arriesgarse a ser quienes quieren ser, más allá de lo que se espera de ellas por su formación, su profesión o su cuna. El taller sirve a las mujeres que participan en él para encontrar lo que no sabían que tenían dentro. Eso me ha hecho pensar en esas veces en que nos dejamos llevar por la costumbre, o el apego, o lo que creemos que debe ser (porque nos lo han hecho creer así)… pero en el fondo son excusas para amansarnos y no encontrar la fuerza que hay dentro de nosotros. Toda una lección que aprenden las mujeres del taller… y los lectores.
MODELOS DE HOMBRE, MODELOS DE MUJER
Hay siete mujeres en el taller de seducción, incluida Iris, la psicóloga que lo conduce, pero hay una octava mujer que, en el fondo, se convierte en referente para todas ellas: Moe, la mujer de Atapuerca. Cada una ve de ella lo que le gustaría ser. Y eso nos pasa también con la literatura. En esta novela, sin duda, cada lector y cada lectora se sentirá cautivada por una de las mujeres en concreto, se identificará con algún aspecto de su carácter, envidiará alguna de sus cualidades…
Beccaria trae hasta su novela modelos de hombres y mujeres o de relaciones personales de tanto peso como las propuestas por la mitología o los arquetipos de Jung y fomenta la visión crítica sobre cómo vivimos el amor y el sexo hoy en día. ¿La liberación sexual nos conducido a una sucesión de relaciones, placenteras, sí, pero vacías, superficiales? ¿Pueden llegar a un entendimiento hombre y mujeres, en la cama pero también fuera de ella? ¿Se puede ser uno mismo en el amor? ¿Y en el sexo? ¿Hay otros mundos posibles para el sentimiento, lejos de los modelos que hemos aprendido hasta ahora y que no nos satisfacen al cien por cien?
UN CONCEPTO INTERESANTE: INTROYECTO
Respecto a lo que hemos aprendido, Beccaria introduce un concepto psicológico que me parece muy significativo: introyecto, que incluye todas esas lecciones aprendidas que nos llegan desde nuestros padres o desde la sociedad y que moldean nuestro carácter y nuestra forma de entender la vida. Estos introyectos no actúan solo a nivel personal, sino también colectivo. En la novela se plantea la reflexión sobre la dominación de la mujer a lo largo de la historia, su anulación, el papel secundario que se le ha adjudicado siempre... Esta es la razón por la que pensé en ella para la iniciativa de Tarro-Libro. En palabras de Iris:
"Hay muchos introyectos con respecto a las mujeres, y a su comportamiento. Se nos ha perseguido mucho, en todos los aspectos, Se ha buscado atarnos, contarnos las alas, en nuestra sexualidad, en nuestra libertad. A lo largo de los siglos se nos ha machacado a conciencia para mantenernos controladas, a raya" (página 417)
Pero los introyectos, afortunadamente, se pueden cambiar. Y en la novela se habla mucho de cómo eran hace unas décadas y cómo son ahora. La sensación que queda al final es que sí, las cosas han cambiado… pero seguimos muy desorientados, seguimos sin ser felices y da la impresión de que todo se ha deshumanizado o desentimentalizado.
UN NUEVO TIPO DE ROMANTICISMO
Mientras no digas te quiero es una excepcional lección sobre el amor: desde la teoría (con toda la parte documental, psicológica y antropológica de la obra) y también desde la práctica, con esas siete mujeres que viven y entienden las relaciones de pareja de una manera diferente. La autora aboga por un nuevo tipo de sentimentalidad (y de vida) más abierta, más igualitaria y, quizá, más sincera. Plantea un recorrido por el amor en la literatura, en la psicología, en la vida y hasta en los manuales de autoayuda a través de su personaje central, Iris, tremendamente preocupada por descubrir el papel que le concedemos al sentimiento en nuestra sociedad moderna. ¿Podemos vivir ajenos a los sentimientos profundos, saciados únicamente por el placer de lo inmediato, de lo sexual, de lo que los seduce? ¿No los estaremos negando a nosotros mismos, como seres humanos con necesidad de amar y ser amados, haciendo esto, quizá solo porque está de moda? ¿O es el amor un engaño, una trampa?
Me sorprendió la profundidad de esta novela que, por su portada, su título y su sinopsis me dio una primera impresión más cercana al chick-lit. Pero no es así. Hay muchas reflexiones interesantes, muchas de las cuales me estoy dejando en el tintero, seguro; pero mira ya por dónde va lo que iba a ser un "pequeño" comentario. Me ha gustado especialmente la reflexión sobre la forma equivocada con la que afrontamos la búsqueda del amor o la convivencia en pareja: lo importante no es el otro, sino uno mismo. Primero descubre qué quieres y qué necesitas tú y luego busca a alguien que se adapte a ello. Si eres una rana, busca a un sapo; si eres una princesa, busca a un príncipe. Pero no busques siempre a un príncipe pensando en “ya le cambiaré, ya aprenderá” porque eso no funciona. Algo tan sencillo y no se nos ha ocurrido en tantos años…
Leyendo este pasaje pensé que, quizá, buena parte del problema pueda estar en la ideología invisible que nos llega cada día a través de la literatura, del cine, de la televisión, de la música… Esa ideología que no percibimos ya como ideología porque ya tenemos muy asumido que los sapos se convierten en príncipes cuando una los besa. En el lado contrario a ese romanticismo todopoderoso de las novelas y las comedias románticas, algunas corrientes feministas abogan por el “no necesitas a un hombre a tu lado para ser feliz”. Lo mejor de la novela es que es ecuánime: eso es verdad si es que lo realmente quieres.
Beccaria aboga, pues, por la creación de un nuevo romanticismo, más acorde con nuestro tiempo, con nuestra forma de ver las relaciones, más igualitario, que no piense en quién domina a quién, quién seduce a quién o quién tiene que mentir para conseguir lo que espera del otro (sea sexo o amor). Un romanticismo, en definitiva, que nos haga más felices. O que, simplemente, nos haga feliz.
Nos seguimos leyendo.
Título: Mientras no digas te quiero
Autora: Lola Beccaria
Editorial: Planeta
Género: novela contemporánea
Páginas: 544
Publicación: 23/01/2014
ISBN: 978-84-08-12293-7
El sexo apenas tiene ya secretos para nosotros. Sin embargo, el amor es cada vez más misterioso. Nos acostamos con quien queremos, pero el corazón se nos resiste. Erotismo, pasión, intriga, celos, dudas, ternura, complicidad, risas.
Seis mujeres se apuntan a un taller para aprender a seducir. Cada una tiene una motivación distinta. Incluida Iris, la psicóloga que dirige el taller. Todas creen saber lo que quieren, pero les falta esa herramienta que las aleja de la realización de sus aspiraciones. Sin embargo, lo que la vida les depara es algo bien diferente.
Asumir el riesgo de atreverse a vivir sin brújula las llevará a descubrir una sorprendente fórmula de seducción que no estaba escrita en los libros, tan natural como efectiva, y que siempre estuvo ahí. Un cambio tan radical como jamás imaginaron y que les abre una puerta desconocida.