Lecturas para un 8 de Marzo: "Mujercitas"

Publicado el 02 marzo 2015 por Elpajaroverde
"Hay un libro en el que creí ver reflejado mi futuro: Mujercitas, de Louisa May Alcott...Yo quería a toda costa ser Jo, la intelectual. Compartía con ella el rechazo a las tareas domésticas y el amor por los libros. Jo escribía, y para imitarla empecé mis primeros cuentos cortos."Simone de Beauvoir, Memorias de una joven formal.
Cuando Carmen Forján, del blog Carmen y amig@s, nos propuso a los miembros del grupo Tarro-libros 2015 que cada uno sugiriésemos una lectura para el próximo día internacional de la mujer, no dudé ni un instante en unirme a la iniciativa (os cuento más sobre la misma al término de esta reseña). No soy de celebrar estos días, ni de la mujer ni de ninguna otra causa que lo merezca; prefiero reivindicar en el día a día, con pequeñas y a veces tozudas actitudes, aquello en lo que creo. Sin embargo, la idea de dar visibilidad al papel de la mujer en la sociedad y de hacerlo en grupo, me sedujo de inmediato, de ahí la prontitud de mi respuesta. Tal vez demasiada, pues en seguida caí en la cuenta de que no se me ocurría ningún libro adecuado para nuestra reivindicación. ¿Cómo era posible? Supongo que porque en mi cabeza todavía figuraban en primer plano mis lecturas más recientes y ninguna de ella servía a nuestros propósitos. Sería pues cuestión de bucear un poco más en mi bagaje lector. No hizo falta. La mente tiene caminos insondables. O más bien el término mujer volvió a mí en diminutivo y en plural, recordándome que llevo algún tiempo con antojo de rescatar del olvido una novela perdida en mis tiernos años de infancia. Llegada pues la ocasión propicia para su relectura, me puse a ello casi con la certeza de que tampoco sería óptima para situar bajo el epígrafe 'lecturas para un 8 de marzo'. Pero como nunca se ha de juzgar un libro antes de ser leído, por más afinada que sea nuestra intuición lectora, al final resulta que me he encontrado no con la mejor de las propuestas pero sí con una más que digna. Su título (por si algún despistado se ha saltado el título de esta entrada y la cita inicial) es: "Mujercitas".

Portada de Mujercitas

Lo primero que me gustaría aclarar es que el "Mujercitas" que he leído es el de la editorial Lumen. Señalo esto porque en 1880, poco antes de la muerte de su autora, sus editores decidieron suprimir párrafos y capítulos enteros para eliminar así comentarios mordaces de la escritora y reflexiones que contenían cierta crítica social, haciendo así la novela más atractiva a los gustos femeninos de la época. Este es el "Mujercitas" que siempre ha llegado a España, en donde hemos sido privados hasta hace poco de su versión íntegra y original escrita en 1868. La editorial Lumen rescata esta primera edición para el lector español e incorpora también la continuación de la novela, "Aquellas mujercitas", si bien esto último ha sido bastante común en otras ediciones previas en nuestro país. No quiero llevaros tampoco a engaño, "Mujercitas" continua siendo una novela ñoña y tremendamente moralista. Y a pesar de que estas son dos cosas que acostumbran a producirme urticaria (figurada, claro está), no he podido evitar quedarme pegada a las páginas de esta historia como cuando era niña. Han pasado años desde entonces y no sólo he crecido yo, sino también mi espíritu crítico, motivo por el cual son muchas las frases de esta novela que me han exasperado. He tenido que parar, respirar hondo y recordar en qué años se sitúa y está escrita. Pero también precisamente por ello, me han sorprendido gratamente, muchas otras de las declaraciones encontradas en la misma. Es esta dualidad lo que me ha hecho decantarme por esta propuesta. "Mujercitas" es como un espejo de doble cara: una que muestra cómo queremos las mujeres que se nos deje de ver, y otra que refleja sin complejos lo que somos y adónde queremos llegar.
"No te encierres en una sombrerera por el hecho de ser mujer, debes conocer lo que ocurre en el mundo, formarte para participar en los cambios que se producen, porque te afectan tanto a ti como a los tuyos."
Supongo que todos, la hayáis leído o no, hayáis visto o no alguna de sus múltiples adaptaciones cinematográficas, conocéis a la perfección de qué trata esta novela. No obstante y por si hay alguien que se halle perdido, lo situaré muy brevemente. "Mujercitas" narra la historia de las hermanas March, que pertenecen a una familia modesta económicamente y viven en Nueva Inglaterra durante los años de la guerra civil estadounidense y posteriores, y las acompaña desde la adolescencia hasta la edad adulta en la que cada una elige o se encuentra con su camino en la vida. Meg, Jo, Beth y Amy, estos son los nombres de las cuatro hermanas. Nosotros nos quedaremos con la segunda, por ser la que mejor sirve a nuestros propósitos, y por ser también aquella con la que más mujeres, generación tras generación, se han sentido identificadas.
Jo March es el álter ego de su autora, Louisa May Alcott (1832-1888), y "Mujercitas" está basado en una versión idealizada de su propia familia. Dado el tema que estamos tratando me gustaría dedicarle más líneas a Alcott, pero para no hacer esta reseña eterna, tan sólo apuntaré que fue una precoz e incansable trabajadora, escritora prolífica, y muy comprometida con la causa abolicionista y con la educación de los y las jóvenes. Tras este breve inciso, volvamos con nuestra protagonista.

Jo Seated on the Old Sofa from the Most Beloved American Writer, de Cliff

En una sociedad en la que "Los hombres tienen que trabajar y las mujeres, si quieren dinero, han de casarse" y en la que "a muchas chicas las educan para que se casen por dinero, pobrecillas, y creen que es su única salida", "ser independiente y ganarse la admiración de sus seres queridos" es la máxima aspiración de Jo. Las ideas de la joven no siempre son bien recibidas y su enérgico carácter no la ayuda precisamente a que estas sean entendidas, pues "llevaba su amor a la libertad y su odio a los convencionalismos hasta un extremo tal que casi siempre tenía las de perder en una discusión." Aunque esta novela podría considerarse un retrato social de la época, no debemos olvidar que muchas de sus páginas están volcadas en las historias románticas de sus personajes principales. Tampoco parece que en estos asuntos le vaya bien a Jo, ella misma reconoce que "no soy de las que agradan a los hombres. Nadie me querrá". El tiempo pasa y Jo no consigue cumplir su objetivos, "pensaba en lo rápido que se  habían ido los años, lo mayor que se estaba haciendo y lo poco que había logrado." Empieza a replantearse lo que antes tenía tan claro: "me siento sola y tal vez si Teddy hubiese insistido le habría aceptado, no porque le ame, sino porque ahora valoro más el ser amada que cuando él se marchó". Pero a pesar de sentirse muchas veces con el mundo en contra, permanecerá fiel a su espíritu rebelde y a sus convicciones más profundas: "deja que lleve mi parte y colabore en el sustento de la casa. Hazte a la idea o no aceptaré ser tu esposa".
Esta es la situación de Josephine March, que defiende con fervor su independencia en una sociedad en la que las mujeres juegan un papel encorsetado y apenas tienen relevancia fuera de los muros de su hogar. Y esta es mi propuesta de lectura para el 8 de marzo: una novela destinada a jóvenes lectoras y escrita hace casi 150 años. Ninguno de estos dos aspectos han sido una mera casualidad en mi elección.

I'm not afraid of storm... Fotografía de Shawn Campbell

Me preocupan sobremanera las jóvenes de hoy en día. Me asusta cuando leo en las noticias sobre comportamientos sumisos hacia sus novios, cómo justifican actitudes controladoras de estos y las consideran incluso muestras de amor. Estas mujeres recién estrenadas deberían dar un paso más allá que nuestra generación y aprender a valorarse. Me hace pensar en qué nos hemos equivocado, qué hemos hecho mal, qué herencia como mujeres les hemos legado o qué falsa libertad hemos conquistado para ellas. Louisa May Alcott pretendía con su novela educar a las más jóvenes y transmitirles valores para conducirse en la vida. Muchos de estos valores tal vez ya estén caducos en la actualidad, pero yo sigo considerando encomiable su propósito educativo. Creo que en la educación está la solución de todos los problemas que nos atañen como sociedad. Son muchos los medios a nuestro alcance para llevar a cabo este cometido, y por supuesto que la lectura es uno de ellos y muy importante. Se me ocurre que esta novela sería fantástica para compartir entre madres e hijas. Jo March, aunque personaje ficticio, ha sido un referente para muchas mujeres. La misma Simone de Beauvoir, cuyas palabras encabezan esta reseña, o mi admiradísima Joyce Carol Oates se han declarado sus admiradoras, amén de tantas otras mujeres anónimas que han soñado a lo largo de los años con ser la segunda de las hermanas March.
Yo misma podría incluirme entre ellas. Sí, yo misma. Y no estoy hablando de mi primer encuentro con Jo a mis once o doce años, sino del último y reciente, en el que la he sentido más cercana y más real y en muchos casos me he sentido plenamente identificada con ella. Casi siglo y medio nos separan, y sin embargo, siento que hay muchas cosas que no han cambiado en absoluto. Cómo nos sigue costando a las mujeres ser independientes, y a las que lo consiguen, ser aceptadas y valoradas por ello. Accedemos a la educación en igualdad de condiciones que los hombres, sí. Somos más que ellos las que disfrutamos de una formación superior y la superamos con mejores notas. ¿Y luego? Nos cuesta más incorporarnos al mundo laboral, tenemos peores trabajos y en un mismo puesto nuestros sueldos son más bajos. ¿Por qué? Y mejor no hablar de si queremos tener hijos. En muchos casos se vuelve misión imposible ser madre y trabajar, y muchas mujeres que consiguen compatibilizarlo no pueden evitar sentirse culpables y malas madres por ello. Todavía creo que hay muchos hombres que recelan de las mujeres independientes. ¿A qué tienen miedo?  Os necesitamos. No podemos sin vosotros. Pedimos un cambio social y eso implica que todos estemos involucrados. La independencia no debería ser sinónimo de soledad. Aprovecho para señalar que aunque sé que la presencia masculina en el grupo tarro-libros es mínima, me hubiera gustado que algún hombre se hubiese sumado a la iniciativa. No lo digo como crítica, sino porque me hubiera interesado y mucho conocer su aportación.
Os decía al principio que no soy muy partidaria de celebrar 'días de', será porque siento que ese día suena mucho pero luego el resto del año todos los buenos propósitos caen en el olvido. Por eso he querido elegir un libro que sin ser una obra extraordinaria ha sabido mantenerse con el paso de los años, una heroína que sin realizar grandes gestas ha sido capaz de inspirar a mujeres de todo el mundo y de diferentes generaciones. Esa ha de ser nuestra conquista, el día a día. Es una carrera de fondo, pero estoy segura de que si perseveramos, llegaremos a la meta. Concluyo ya, no sin antes daros las gracias a los que me hayáis acompañado hasta el punto final de esta reseña que como casi siempre y más que nunca, me ha salido más larga de lo esperado. Felices y fructíferos 365 días del año, mujeres, mujercitas y compañeros de carrera.

4. Fotografía de desobte

Ficha de libro: 
Título: Mujercitas
Autor: Louisa May Alcott
Editorial: Lumen
Año de publicación: 1868 (2012)
Nº de páginas: 768

Tarro-libros 2015: Lecturas para un 8 de marzo


Ya os había hablado a principios de años sobre el grupo Tarro-libros 2015. ¿Qué somos? Somos un grupo de facebook de personas que nos gusta leer y comentar entre nosotros nuestras lecturas. ¿Por qué nos llamamos Tarro-libros 2015? Porque guardamos en un tarro o similar un euro (o moneda correspondiente a nuestro país) por cada libro leído en 2015. ¿Qué hacemos con el dinero reunido a final de año? Muy fácil: comprar más libros para leer en 2016
'Lecturas para un 8 de marzo' es la primera iniciativa que llevamos a cabo como colectivo. Su banner (arriba a la derecha con la imagen de Mary Wollstonecraft) ha sido diseñado por Begoña Bravo, una de las componentes del grupo. Nos hemos sumado 27 miembros y cada uno de nosotros sugerirá una lectura que dé visibilidad a la mujer bien porque refleje su importante papel en cualquier ámbito de la sociedad, bien porque critique las situaciones de desigualdad que sufre. Serán pues 27 títulos de diferentes géneros, variados y cada uno de ellos tendrá algo especial. Conozco ya cuáles serán algunas de las sugerencias de mis compañeras y creo que nos va a salir una inciativa muy chula y sumamente interesante. Cada una de nosotras publicaremos nuestra propuesta hoy lunes en nuestros blogs o perfiles de facebook, y el día 8 de marzo Carmen Forján, artífice y 'culpable' tanto del grupo como de esta iniciativa, publicará una entrada en su blog con las 27 lecturas propuestas. En cuanto esté lista os dejaré el enlace. Mientras tanto, os invito a pasaros por nuestro grupo (pinchad aquí) e ir cotilleando.
Esta ha sido una reseña un tanto atípica pero la ocasión merecía la pena. El próximo viernes el blog retomará su actividad habitual. Aquí podéis leer la reseña de la semana pasada si aún no lo habéis hecho. Es una novela en este caso contemporánea, también con mucha presencia femenina pero escrita por un hombre del que ya me declaro rendida admiradora.