La primera vez que leí "Estoy Contigo" de Cori Doerrfeld, me pareció uno de los libros más dulces que había tenido en mis manos.
La historia de Taylor está contada desde una perspectiva reflexiva en la que la empatía es la clave para apoyar a una persona cuando está pasando un mal momento. "Estar a su lado", de ahí el título del libro, y dejarle sentir lo que en ese momento quiera sentir, sin dirigir sus emociones como muchas veces hacemos los adultos con los niños.
Taylor decide realizar una construcción con bloques que acaba siendo impresionante, de esas construcciones maravillosas que requieren mucho tiempo y trabajo y acaban siendo colosales. Un proyecto del que se siente orgulloso.
Al terminarla, una bandada de pájaros la destruye. Imaginad cómo puede sentirse Taylor después de esto.
Entonces comienzan a llegar animales, amiguitos de Taylor que parecen empatizar con él, porque lo que le ha pasado es terrible, pero cada uno piensa que Taylor está sintiendo algo diferente y que debería actuar en consecuencia. Intentan dirigir sus sentimientos.
La gallina le dice que hable del tema, pero a Taylor no le apetece hablar;
El oso le dice que debe estar muy enfadado y que grite con rabia, pero a Taylor no le apetece gritar.
La hiena le dice que es mejor reírse de lo que ha pasado, el avestruz que se esconda, e incluso la serpiente intenta que perpetre una venganza para resarcirse.
Muchos animales intentan ayudar a Taylor, pero cada uno a su manera. Ninguno le pregunta cómo se siente y, como no le comprenden, se alejan y le dejan solo.
Entonces llega el conejo y se sienta a su lado, sin decirle lo que debe sentir, ni lo que debe hacer. Simplemente se sienta a su lado a escuchar. Y parece que es justo lo que Taylor necesitaba, porque de repente se siente libre para sacar todos esos sentimientos que la destrucción de su gran obra le provocan.
Y ahora, bajo la atenta mirada y compañía del conejo que se mantiene en silencio y a la espera a su lado, Taylor se siente apoyado y libre para ser él mismo, y por fin, habla, grita, recuerda, llora, ríe, etc... Pero siempre acompañado por el conejo, que sin interrumpir, ni juzgar, solo escucha.
Tanto logró sacar fuera sus sentimientos y explayarse, que en algún momento, la frustración, la tristeza o la rabia desparecieron y entonces pudo tranquilizarse y le apeteció volver a intentarlo y volver a soñar con construir algo impresionante de nuevo.
LA AUTORA/ ILUSTRADORA: CORI DOERRFELD
Cori Doerrfeld es una ilustradora graduada en St. Olaf College que además obtuvo un postgrado en Ilustración por el Minneapolis College of Art and Design. Ha ilustrado muchísimos álbumes incluyendo varios títulos de los que también es autora, como este título.
También es madre y conoce la importancia de desarrollar la inteligencia emocional, y se ha dado cuenta que incluso los adultos tenemos problemas con este aprendizaje,
Al sufrir de cerca la pérdida de varios amigos, cuyos hijos fallecieron, y encontrarse en una situación en la que no sabía muy bien cómo actuar ni como ayudarles, recordó una carta que recibió durante la secundaria remitido por un ex novio que experimentó la perdida de un ser querido muy cercano en la que le contaba que cuando su hermano falleció a muy tierna edad, el recordaba que los adultos estaban muy preocupados y hablaban mucho, que le decían cómo debía sentirse o qué debía hacer para mejorar cómo se sentía. Tantas voces al mismo tiempo que no podía escuchar sus propios sentimientos ni comenzar a procesar sus emociones. Hasta que optó por retirarse hasta el granero que tenía su familia, en el que había conejos. Allí se sentaba con sus conejos, que estaban calentitos y callados, y por fin, rodeado de conejos pudo pensar y sentir por si mismo por primera vez.
Entonces pensando en su amigos que habían sufrido una pérdida horrible, volvió a pensar en aquellos conejos. Corrió a casa y comenzó a dibujar y escribir. La idea fluyó junto a un largo llanto. Nunca había escrito nada así, y no sabía si lo que había escrito tenía sentido y capturaba realmente lo que quería transmitir. Pero su grupo de críticas y su agente vieron que era estupendo, y editaron este libro que quiere enseñar que a veces no hay mucho que decir o hacer, a veces solo tenemos que escuchar.
Me gusta mucho conocer las historias que hay detrás de cada cuento, porque todo se entiende mucho mejor. Es como conocer el momento vital en el que un pintor se encuentra cuando realiza un cuadro, así comprendes toda su obra.
Información sobre el libro y la autora de Nerdy Book Club
LAS ILUSTRACIONESUnas ilustraciones tiernas, mezcla de belleza y simplicidad, enlazadas con un texto claro y realmente conmovedor.
Dan la impresión de estar realizadas con ceras de las que utilizan los peques para colorear, y eso le da una apariencia infantil.
Una historia muy dulce, que nos enseña claramente a apoyar a nuestros seres queridos en los malos momentos, a escuchar y estar ahí, sin importar nada más.
También nos enseña que en esta vida hay que ser relisientes y no rendirse ante las adversidades, que podemos sentir muchas cosas al mismo tiempo y que podemos gestionarlas y superarlas.
Estas situaciones no solo le ocurren a los más peques de la casa, como adultos también necesitamos nuestros tiempo para hablar y reaccionar a algún suceso que nos ocurra, tiempo para gestionar aquello que sentimos. Debemos respetar que nuestros hijos e hijas también pasen por esas etapas y estar junto a ellos hasta que decidan expresarse-
Puedes encontrar este libro aquí