Una aproximación a la obra de Jules Verne, hace que nos encontremos diversos detalles que nos hacen pensar que el genial autor, estaba fuertemente influenciado no solo por la Tradición de la Filosofía Perenne sino por su posible pertenencia a alguna orden esotérica.
Veamos algunas de ellas.
El profesor Otto Lidenbrock de viaje al centro de la tierra tiene un apellido que, con un curioso juego de palabras viene a decir que es “quien rasga los parpados” o “abre los ojos”. Los ojos son fuente constante en la novela sobre todo referido a Axel el alumno del profesor: “Cuando Axel abre los ojos”, “empezó Axel a abrir los ojos”, “sus ojos no paraban de moverse”, “los ojos de Axel no creían lo que veían” etc., podemos interpretar que toda la novela es una guía iniciática de Otto Lidenbrock como maestro y Axel como alumno, que lo lleva de la juventud a la madurez para casarse con Graüben, “la bella vinlandesa”… otra curiosidad Graüben es un nombre alemán y ¿vinlandesa?, ¿donde esta vinlandia mas que en territorios míticos de la cultura nórdica?. La novela riza el rizo al encontrar hombres bajo la corteza terrestre, ante la sorpresa de Axel, Lidenbrock dice: “acaso el Gran Arquitecto del Universo no ha podido poner hombres en cualquier punto de su reino”, haciendo referencia al concepto masónico de la divinidad. Arne Saknussem, el alquimista, podría ser el apellido “Sa queue nue seme”, que se pronuncia “sa cu sem” y significaría el que fecunda.
El Capitán Nemo (Capitán Nadie), le dice al profesor Aronax “he roto con toda la sociedad por razones que sólo yo tengo el derecho de apreciar. No estoy sometido por lo tanto a ninguna de sus leyes” haciendo referencia a la promesa templaría, donde de la libertad se jura la obediencia posterior al Gran Maestro.
Os animamos a leer a Verne y buscar sus pistas.