Hace tiempo llegó a mis ojos un texto ciertamente curioso:
Sgeun un etsduio de una uivenrsdiad ignlsea, no ipmotra el odren en el que las ltears etsan ersciats, la uicna csoa ipormtnate es que la pmrirea y la utlima ltera esten ecsritas en la psiocion cocrrtea. El rsteo peuden estar ttaolmntee mal y aun pordas lerelo sin pobrleams.
Etso es pquore no lemeos cada ltera por si msima preo la paalbra es un tdoo.
Pesornamelnte me preace icrneilbe...
No importa el orden en el que escribimos nuestros gestos vitales, lo más importante es que nuestro primer paso y el último hayan sido grabados con los pies de la adecuación.
Podemos leer y comprender el mensaje certero que contienen los textos escritos incorrectamente, como también podemos leer y comprender la verdad misteriosa que se esconde tras los continuos errores humanos.
Lo más increíble es seguir creyendo en una humanidad que descoloca una y otra vez las letras del alfabeto divino que le han sido dadas para componer textos de vida cargados de belleza.
Ahí tenemos el reto: saber leer más allá de lo que a primera vista aparece o saber escuchar más allá de lo primero que nos llega del otro.Ahí tenemos la gran posibilidad: saber reconocer a las personas más allá de lo que aparentemente muestran.
Captar y comprender más allá del error no es sólo un signo de habilidad perceptiva e inteligencia es, sobre todo,expresión de una sabiduría que brota del corazón.