En 1997, el barco de carga Tokio Express se encontraba navegando por las aguas del Atlántico Norte, había partido de los Países Bajos rumbo a Nueva York, cuando fue golpeado por una ola gigantesca que produjo la caída al mar de 62 contenedores con más de 5 millones de piezas de LEGO.
Hoy en días, varias de esas piezas de LEGO siguen apareciendo en las playas de Inglaterra, los Países Bajos y hasta hay reportes, aún no confirmados, de que algunos han aparecido en las costas de Australia y si bien pareciera ser una historia increíble que puedan navegar hasta tan lejos, según indican en la fuente, oceanógrafos han confirmado que aún después de tantos años es algo posible.
Así que cuando estén en una playa, estén atentos que quizás encuentren alguna de estas piezas que se perdieron 17 años atrás.